domingo, 22 de diciembre de 2013

diciembre 22, 2013
CHIAPAS, 22 de diciembre.- Al conmemorar el decimosexto aniversario del asesinato de 45 indígenas ocurrido el 22 de diciembre de 1997 en esta comunidad, la organización de la sociedad civil Las Abejas, a la que pertenecían las víctimas, afirmó que “está claro que en México el sistema de justicia está podrido y ya no sirve”.


Añadió que por ello y porque de los 102 detenidos después de los hechos sólo quedan seis en prisión, “no esperamos que los y las jueces y ministros lleven a juicio a los autores intelectuales de la masacre de Acteal, ya que son parte del sistema corrupto”.

En un comunicado leído durante la celebración de la misa con la que hoy fueron recordados los 45 tzotziles asesinados por paramilitares priístas, sostuvo que “la justicia no va a venir de allá arriba, y si el pueblo quiere justicia, tiene que construirla como lo estamos haciendo los pueblos que estamos caminando en uno de los caminos que es el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP)”.

La agrupación subrayó que “México está gobernado por una mafia de políticos y políticas que hacen lo que les da la gana: usan leyes para saquear a nuestro país, se han autoautorizado para relegirse en el poder y para reprimir, asesinar a luchadores y luchadoras sociales”.

Señaló que “no tiene nombre lo que estos malos gobiernos le están haciendo a nuestro México, con reformas constitucionales que están destruyendo golpe tras golpe todas las conquistas que se habían ganado con la sangre de los campesinos que hicieron la Revolución mexicana”.

Primero, dijo, “Carlos Salinas (de Gortari) quitó de la Constitución los derechos agrarios; después Felipe Calderón se lanzó contra los derechos laborales, y ahora Enrique Peña Nieto quiere privatizar el derecho a la educación y ya logró borrar el derecho de los mexicanos a sus recursos naturales”, pues “eso es lo que hizo con la llamada reforma energética, que no es más que entregar todas las riquezas de nuestra tierra, las minas, el petróleo y los demás recursos naturales a los extranjeros”.

Afirmó que “el plan contrainsurgente Chiapas 94 para reprimir a los zapatistas y a todos los que están en contra del gobierno”, así como el operativo “que ejecutó la masacre de Acteal, salió de la boca del Tratado de Libre Comercio” (TLC), firmado por los gobiernos de México y Estados Unidos en 1993.

Agregó que “podemos decir que la política de los gobiernos priístas y panistas es la misma desde que Carlos Salinas de Gortari firmó el TLC hasta Enrique Peña Nieto, que entregó el petróleo a los extranjeros”.

Aseguró que “nuestros hermanos y hermanas masacrados en Acteal fueron víctimas de esa misma política, y por eso podemos decir que murieron defendiendo la paz, pero también el derecho de los mexicanos a no ser despojados de sus recursos que les da nuestra Madre Tierra”.

Las actividades conmemorativas de la matanza iniciaron a las ocho horas con una peregrinación encabezada por el obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal, Enrique Díaz Díaz, y varios sacerdotes, del crucero de la comunidad de Majomut a Acteal. Con música tradicional, de banda y gritando “vivas” a los “mártires de Acteal”, las más de 400 personas caminaron dos kilómetros hasta donde está la tumba colectiva de los 45 indígenas.

Allí, el obispo Díaz Díaz manifestó que “se ha perdido en el tiempo y el olvido la crudeza de la masacre”, pues “han venido otros acontecimientos y Acteal parece reducirse al silencio, volver a lo insignificante y a la pequeñez”.

En su homilía, expresó que “quizás algunos lo evocan como un acontecimiento que se desdibuja en la nubosidad de tantos crímenes, de tanta corrupción e injusticias”.

Sin embargo, continuó, “la masacre de Acteal se hace viva en cada momento, a cada paso por nuestras montañas, en cada palabra”, por lo que “no podemos callar nuestro dolor ni permanecer en silencio”.

En su oportunidad, Las Abejas aseveró que hoy recordaron a las 45 víctimas “iluminados por una luz que sale de esta tierra sagrada de Acteal, que brilla en medio de tinieblas que están cubriendo nuestro país como unas nubes muy oscuras y amenazadoras”.

Abundó: “La violencia que cobró 45 vidas en Acteal se ha ido extendiendo en México como una hierba mala: ya los muertos no se cuentan por decenas sino por miles y por decenas de miles; la guerra de Felipe Calderón contra el pueblo mexicano (aunque dicen que es contra el crimen organizado) no se ha acabado con Peña Nieto y ya son más de 90 mil los muertos de esa guerra”. (Elio Henríquez para La Jornada)

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