viernes, 27 de diciembre de 2013

diciembre 27, 2013
GUERRERO, México, 27 de diciembre.- Joaquín Grande Flores, poblador de la comunidad de Agua Fría, este 24 no tuvo cena de Noche Buena. El motivo: por ahora está intentando construir una nueva casa, porque la anterior la destruyó un derrumbe durante el paso de la tormenta Manuel. Y porque su esposa y sus cuatro hijos salieron desde hace 15 días a la sierra de Atoyac a cosechar café para ganarse unos pesos y donde, por el momento, tienen garantizada por lo menos una tortilla.

Un hogar inundado por la tormenta Manuel en La Montaña Guerrero (foto: Sergio Ferrer)

El pasado mes de septiembre Joaquín perdió su casa a consecuencia de un derrumbe. El lodo se le vino encima y fracturó toda la estructura de su casa, lo que la dejó inservible.

Las condiciones en la que quedó la casa es motivo suficiente para que Joaquín no quiera regresar. Pero además tiene otro motivo: el temor de que se repita la historia.

Joaquín es padre de cuatro pequeños (tres niñas y un niño), es indígena y desde antes del paso de la tormenta Manuel, llevar ingresos a su casa le resultaba ya complicado: lo hace cada vez que puede tener de un trabajo.

En su comunidad, Agua Fría, explica Joaquín, hay muy poco trabajo. Por emplearse como limpiador de milpas o desgranador de mazorcas o por cortar leña puede ganar 100 pesos diarios. Pero el problema radica en la frecuencia en que hay trabajo. En ocasiones, recuerda, sólo puede trabajar dos o tres días a la semana.

Esta situación a partir de la tormenta Manuel para Joaquín se ha agudizado. Muchos de las personas que lo empleaban para limpiar las milpas o desgranar las mazorcas perdieron sus sembradíos. Ahora tiene que buscar trabajos de medio tiempo de ayudante de albañil ya sea en su comunidad y en la cabecera municipal de Chilapa. Tampoco tiene maíz para alimentar a sus familias y la ayuda del gobierno es nula.

En estos tres meses que han transcurrido desde el paso de la tormenta Manuel, ningún gobierno le ha ido a dar una ayuda concreta para construir su nueva casa.

El pasado 21 de noviembre asistió a la comunidad de Agua Fría el presidente municipal, el priísta Francisco Javier García González, pero no les llevó ningún tipo de ayuda.

-Al contrario, “sólo vino a echar un taco de chivo”, dice Joaquín cuando se le pregunta sobre qué tipo de ayuda llevó el alcalde ese día.

García González fue a la comunidad para inaugurar una aula básica en la primaria Emiliano Zapata y la electrificación en una de las colonias que integran la comunidad.

Ese día, recuerda Joaquín, el alcalde le prometió que en la semana siguiente le enviaría material de construcción. De eso, ha pasado más de un mes y no ha llegado ninguna ayuda.

Sin embargo, Joaquín ha comenzado a construir su nueva casa. Para ello tuvo que empeñar por 10 mil pesos un terreno que tenía. Pero el dinero se le ha terminado y la construcción no va ni a la mitad.

La construcción de su nueva casa, a Joaquín le impidió que este año saliera junto con su familia a la sierra de Atoyac a la cosecha de café. Ahora su esposa recolecta de una a dos latas de granos de café al día por lo cual recibe 15 pesos por cada una.

-¿Cómo te vas a pasar la Navidad?, pregunta el reportero.

- Solo, que chingaos.

-¿Qué vas a cenar esa noche?

- Nada, uno ya está grande, ya aguanta el hambre. (Arturo de Dios Palma para Los Angeles Press)