viernes, 13 de diciembre de 2013

diciembre 13, 2013
QUINTANA ROO, México, 13 de diciembre.- Como candidata a diputada por el décimo tercer distrito, Susana Hurtado Vallejo recorrió las calles repartiendo bóxers y bikinis.

Foto: Archivo

Ya como legisladora, la priista promueve ahora una iniciativa de ley para castigar penalmente a los charlatanes que comercian con la ingenuidad de las personas vendiéndoles falsas ilusiones.

En su propuesta de reforma al artículo 153 del Código penal de Quintana Roo, la también presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables y Desarrollo Familiar pretende tipificar esa conducta como fraude.

“… al que para obtener un lucro indebido explote las preocupaciones, las supersticiones o la ignorancia de las personas, por medio de supuestas evocaciones de espíritus, adivinaciones o curaciones u procedimientos carentes de validez técnica y científica”, dice su propuesta, que fue admitida en comisiones.

El Código Penal del estado establece para el delito de fraude una sanción de seis meses a tres años de prisión, y de 24 a 200 días de multa, si el monto no excede los mil días de salario mínimo general vigente en la entidad.

En caso de que el fraude exceda esos mil días, la sanción será de tres a 12 años de prisión y de 50 hasta 400 días multa.

La diputada priista señala en la exposición de motivos que, con dicha iniciativa, “se pretende frenar y castigar a aquellas personas que se aprovechan de las necesidades y las preocupaciones de la gente.

Hay ejemplos claros donde –dijo– los charlatanes prometen a una persona que aquel amado a amada regresará a través de un ritual u otras prácticas y finalmente nunca lo hacen. Con esto pretendemos regular esta problemática, porque actualmente esas personas se anuncian en todos lados como si nada”.

En junio pasado, durante su campaña a diputada local por el XIII Distrito de esta ciudad, Susana Hurtado evitó recurrir a las viejas prácticas de obsequiar a los electores camisetas o artículos promocionales, y optó por la ropa interior.

“Al hacer un análisis y ver qué era lo que de alguna forma podría utilizar realmente el electorado, tomé la decisión de poner ropa interior porque sé que no la van utilizar una sola vez o la van a desechar. Estoy coadyuvando inclusive a la propia economía de la mujer porque le estoy dando un utilitario que va utilizar a lo mejor menor cinco o seis meses, porque es algo que conforma parte de su interior de su persona”, dijo entonces en una entrevista con Apro. (Sergio Caballero para Proceso)

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