viernes, 22 de noviembre de 2013

noviembre 22, 2013
DALLAS, EE. UU., 22 de noviembre.- Estados Unidos rindió homenaje el viernes al ex presidente John F. Kennedy y lo recordó como un líder trascendental de una nación en ascenso, en una ceremonia oficial realizada en Dallas con motivo del aniversario número 50 de su asesinato.

El acto conmemorativo fue la primera ceremonia oficial en Dallas, que había evitado cualquier evento de ese tipo para el día más oscuro de su historia.

"Nuestros corazones están rotos", dijo el alcalde de Dallas, Mike Rawlings, frente a unas 5.000 personas que se reunieron en plaza Dealey, cerca de donde Kennedy fue asesinado, para un acto marcado por oraciones, canciones y lágrimas.

 La nueva placa conmemorativa de la vida y las palabras del Presidente John F. Kennedy que fue instalada en Dealey Plaza durante la ceremonia en que se recordó el 50 aniversario del asesinato de Kennedy en Dallas. (clic a las imágenes)

Jackie Kennedy y el agente del servicio secreto Clint Hill en la parte de atrás de la limusina después que el presidente John F. Kennedy fuera asesinado, yuxtapuesta a la escena actual en Dallas, 50 años después. (AP)

Lee Harvey Oswald, asesino del presidente de EE.UU. John F. Kennedy, recibe un tiro a quemarropa de Jack Ruby, en un pasillo de la Jefatura de Policía de Dallas. (AP)

Comparativa del ayer y hoy de parte del recorrido que haría John F. Kennedy en día de su asesinato, hace 50 años. (AP)

El presidente de EE.UU. John F. Kennedy  saluda a su llegada al Aeropuerto Internacional de Houston, ciudad donde fue asesinado al día siguiente. (AP)

 La foto de la gente haciendo cola en la Travis Street, cerca de la Avenida de Texas para ver la caravana del presidente John F. Kennedy durante una visita a la ciudad, se yuxtapone con la escena actual en Houston. Kennedy fue asesinado al día siguiente. (AP)

 John F. Kennedy y la primera dama Jacqueline Kennedy en el Grand Ballroom del Hotel Rice, yuxtapuesto contra el estacionamiento actual en la Rice Hotel, de Houston, el día antes de su asesinato. (AP)

Kennedy sigue siendo uno de los presidentes favoritos para los estadounidenses por su gestión de la crisis de misiles con Cuba, su llamado a servicio voluntario a través de programas como Cuerpos de Paz y una promesa -cumplida posteriormente- de llegar a la luna antes del final de la década de 1960.

Kennedy tenía 46 años cuando fue asesinado.

"Si eso no hubiera sucedido, la historia habría cambiado un poco. El era un presidente distinto", dijo Douglas Ducharme, un canadiense que asistió al evento.

En aniversarios anteriores, los partidarios de las teorías conspirativas que aseguran que hubo un complot para asesinar a Kennedy tomaron la plaza Dealey, denunciando la línea oficial de que Lee Harvey Oswald actuó en solitario y disparó tres tiros desde el sexto piso del edificio de depósitos de libros escolares de Texas.
Jean Kennedy Smith, ex embajadora de EE. UU. en Irlanda, deja una rosa en la tumba de su hermano, el Presidente John F. Kennedy, en Arlington, Virginia, en ceremonia solemne. (Getty Images)

Dos días después del asesinato, el dueño de un club nocturno de Dallas, Jack Ruby, mató a Oswald de un disparo mientras se encontraba bajo custodia policial. Ruby falleció en la cárcel tres días después.

En el cementerio nacional de Arlington en Virginia, donde descansan los restos de Kennedy, miembros de su familia dejaron una corona en su bóveda. Allí también están los restos de Jackie Kennedy y dos de sus hijos.

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, visitó la tumba al amanecer.

Un flujo constante de gente se acercó a la librería y museo John F. Kennedy en Boston, mientras que cientos de personas hicieron fila para escribir sus pensamientos y firmar libros de invitados colocados en pedestales del lugar.

Los periódicos de la ciudad de Nueva York incluyeron en sus ediciones del viernes segmentos de sus publicaciones de 1963 con el reporte sobre el asesinato de Kennedy.

Mientras, en el otro lado del Atlántico, en Runnymede, Surrey, Reino Unido, Tatiana Schlossberg, nieta de  John F. Kennedy, participó en el homenaje que se le realiza a su abuelo. (AP)

"Me conmueve que los británicos no construyeran este memorial porque se los dijeran o porque tuviesen que hacerlo; lo hicieron con espontánea generosidad y eso es algo muy poderoso y que se necesita más en nuestros países", dijo Tatiana en su discurso.

Estigma

Dallas fue estigmatizada durante años tras el asesinato ocurrido el 22 de noviembre de 1963 y había evitado cualquier recordatorio.

Sin embargo, el estigma empezó a disiparse hace décadas y actualmente el Museo de la Sexta Planta, ubicado en el antiguo depósito de libros escolares de Texas, es una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad.

"Dallas sufrió una enorme crítica internacional tras el asesinato. Se la llamó 'la ciudad del odio'", dijo Stephen Fagin, conservador del Museo de la Sexta Planta.

Tras la publicación de miles de libros, artículos de prensa, programas de televisión, películas y documentales sobre aquel día, las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses aún cree en las teorías conspirativas y desconfía de la evidencia que apunta a que Oswald fue el asesino en solitario.

Este año, los partidarios de este tipo de teorías llegaron a Dallas en masa, aunque no fueron parte de los actos oficiales. Solo un grupo de ellos se reunió en un local de comidas cercano a la plaza y protagonizó algunas escaramuzas aisladas con la policía.

Hugh Ayensworth, un periodista presente en la plaza Dealey hace 50 años que fue testigo del crimen y también vio cómo Oswald fue asesinado a tiros por Ruby, lleva toda la vida investigando las muertes y desbaratando los supuestos complots.

"No podemos aceptar con comodidad que dos don nadies- Lee Harvey Oswald y Jack Ruby- fueran capaces de cambiar el curso de la historia mundial", dijo a Reuters.