sábado, 23 de noviembre de 2013

noviembre 23, 2013



El 16 de septiembre de 1872, cuando se celebraba en Mérida el aniversario del inicio de la Independencia, el poeta cubano Alfredo Torroella, que se encontraba aquí deportado por sus ideas separatistas, abordó la tribuna empuñando una de las banderas que adornaban el local, y recitó una inspirada composición patriótica que empezaba así:

"En este fausto día

en que el Sol de la Gloria reverbera,

dejadme tremolar vuestra bandera

ya que no puedo tremolar la mía". 

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