lunes, 11 de noviembre de 2013

noviembre 11, 2013
Pedro Echeverría V.

1. El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera (del PRD) advirtió que “antes del lunes debe quedar liberada la circulación en las calles aledañas al plantón que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantiene en el Monumento a la Revolución, y aclaró que no tiene programado ampliar el plazo ningún minuto”. Desde las 12 de la noche tendrá en primer lugar a una fila de mil policías con poderosas armaduras y cascos, auxiliados con sus escudos y toletes; después otra fila con disparadores de gases y perros policías; luego vienen tanques con mangueras de agua colorida y en cuarta fila policía montada armada con sables y rifles por si es necesario. Cuentan con 10 mil elementos y más si las circunstancias lo ameritan.

2. Los maestros de la CNTE que acampan en el monumento han dicho: Estamos luchando con dignidad, pacíficamente, defendiendo nuestro trabajo; no nos asustan; que vengan, no les tenemos miedo y nos defenderemos como podamos. En primera fila tendremos a los que defienden al contingente con las manos, brazos y patadas, a los anarquistas; luego en segunda fila vienen los de resorteras, palos, cubetas, piedras y de último los que están acostumbrados a ser madreados y encarcelados en cada batalla. Les teníamos más miedo a los gobiernos de derecha del PAN y el PRI por su odio clasista; pero ahora vemos que los que se dicen de izquierda son peores en la represión al pueblo. ¿Serán acaso los mismos farsantes que se disfrazan de “amigos” para golpearnos mejor?

3. Así suele suceder: Quienes pensamos en un momento que eran nuestros amigos porque se decían de izquierda, democráticos y hasta libertarios, una vez en el gobierno -con un poquito de poder- resultan muchas veces ser nuestros peores enemigos. ¿Hasta ese grado ha llegado el entreguismo del PRD? Por eso le da gusto al magisterio democrático del país agrupado en la CNTE que López Obrador ofrezca un apoyo a la lucha de los maestros “sin titubeos, sin medias tintas”, es decir, que la organización Morena está dispuesta a jugársela con los maestros que llevan más de ocho meses defendiendo sus derechos en la ciudad de México. Confiamos en las palabras de AMLO y esperamos que sus seguidores nos apoyen en los hechos.

4. Una segunda represión contra los maestros –después del desalojo del Zócalo- puede ser fatal para el Pacto que ha firmado el PRD con el PRI y el PAN. En tanto Peña busca que nada se mueva, que haya armonía y paz para asegurar la aprobación de la privatización del petróleo y garantizar inversiones, estas amenazas represivas pueden descomponer más el ambiente. ¿Se olvida que alrededor de la lucha magisterial en las calles y los plantones existen por lo menos 100 organizaciones que se mueven a su derredor? ¿Cuántos organismos de izquierda e individuos luchadores sociales estaremos resguardando hoy en el Monumento el plantón magisterial? Parece que Mancera o está loco o corre en sus venas la sangre de policía represor. Ya lo veremos entre algunas horas.

5. Los maestros con conciencia social son una gran fuerza en el país. No existe población alguna donde no esté un maestro trasmitiendo conocimientos y formas de vida. La clase dominante quisiera que esos maestros enseñaran (como hace 50 años) la subordinación, la obediencia, “las buenas costumbres” y el respeto a la autoridad. Los jóvenes maestros, por el contrario han aprendido que todos los estudiantes deben ser críticos, reflexivos, enemigos del pensamiento único y de los métodos autoritarios. El nuevo magisterio no acepta las verdades establecidas o eternas porque sabe que los conocimientos se construyen en colectivo con una actitud abierta de búsqueda e investigación. ¿Cómo pueden hoy aceptar los maestros que las autoridades ordenen y los demás obedezcan?

6. A pesar del enorme sacrificio de los 50 mil maestros que se han turnado durmiendo y comiendo en los duros pisos de los campamentos; a pesar de tener encomendados a sus hijos en los pueblos de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas; a pesar de no recibir sus salarios y sí las amenazas de cese en el trabajo, no han dejado de luchar por sus derechos, particularmente en defensa de su trabajo. Más que perjudicar a los 14 o 16 millones de habitantes del DF, les están dando enseñanzas de dignidad. Es por ello, “por “su mal ejemplo”, que el gobierno de Mancera quiere expulsarlos de la ciudad de México. No podrá hacerlo porque no es un idiota que no sepa que con una represión puede cavar su tumba y la del PRD a punto de fenecer. (10/XI/13)

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