jueves, 14 de noviembre de 2013

noviembre 14, 2013
Según informa la agencia italiana AGI, el Papa Francisco pidió al Presidente del estado italiano, Giorgio Napolitano, que no disponga del tradicional ejército de jinetes en su visita al Quirinal que se realizó esta mañana, lo que permitió que incluso algunos turistas tuvieran la oportunidad de ver y saludar al Santo Padre por las calles de Roma.(ansa)(clic a las imágenes)


En lugar de los jinetes, el Papa Francisco llegó acompañado en su visita de estado por dos sencillos motociclistas. De esta manera, devolvió la visita oficial que el presidente italiano le hizo en el Vaticano el pasado 8 de junio.(AP)


Por siglos, ha sido tradición que el Obispo de Roma -como jefe del estado Vaticano- visite al presidente italiano con una tropa de jinetes uniformados a caballo, que atravesaban la ciudad en procesión hasta la colina del Quirinale.(AFP)

El Papa era el único jefe de estado que el presidente italiano recibía de esta manera tan especial; anteriormente esta acogida en Italia era ofrecida a los mandatarios de todos los países, pero la praxis quedó obsoleta debido al problemático tráfico de Roma. (lapresse)
El deseo del Papa Francisco de estar próximo a la grey y su propósito de luchar contra la corrupción en el Vaticano han planteado nuevos temores a su seguridad, más allá de la ocasional aglomeración de fieles en torno de su automóvil abierto. Un fiscal antimafia, Nicola Gratteri, planteó esta semana la alarma de que la limpieza de las finanzas del Vaticano hiciera al Papa blanco de las iras del hampa italiana, aunque no suministró evidencias de que existiera dicha amenaza ni de que el crimen organizado planeara un golpe. (AFP)



CIUDAD DEL VATICANO, 14 de noviembre.- Al papa Francisco parece no afectarle la advertencia del viceprocurador de Reggio Calabria, Nicola Grattari, que ayer instaló un clima de alarma en el Vaticano cuando dijo que el pontífice argentino corre peligro ya que está en la mira de la mafia calabresa. Hoy, Jorge Bergoglio rechazó la a los "corrazzieri", la escolta presidencial, para su visita protocolar al presidente italiano, Giorgio Napolitano, en una nueva infracción al protocolo y la seguridad.

El sencillo Ford Focus de Francisco y el pequeño convoy del Vaticano llegaron discretamente al Palacio del Quirinal sin las sirenas que suelen acompañar a políticos y dignatarios extranjeros cuando transitan por el centro de Roma.

Una vez en el interior de lo que fue en el pasado residencia papal, Francisco caminó lentamente frente a la guardia de honor y después saludó al personal y sus hijos, en una nueva evidencia de la sencillez e informalidad del papa argentino.

El desapego de Francisco a la pompa -lo cual incluye a un ostentoso aparato de seguridad- ha definido su papado desde que comenzó, ocho meses atrás. Esta actitud siempre generó preocupación en la guardia vaticana que lo sigue a todos lados, pero la alarma comenzó a sonar con fuerza desde ayer, cuando el fiscal antimafia Nicola Gratteri planteó que la limpieza de las finanzas del Vaticano llevado adelante por el Papa despertó la ira de la mafia italiana, aunque no suministró evidencias de que existiera dicha amenaza ni de que el crimen organizado planeara un golpe.

Francisco es un férreo detractor de la corrupción y le dedicó varias homilías. La semana pasada, incluso, subrayó que los corruptos tienen "doble vida" y "le hacen mal a la Iglesia".

Los comentarios de Gratteri, en una entrevista con el periódico Il Fatto Quottidiano, se relacionan con su reciente libro "Agua bendita'', que detalla la alianza innoble entre la Iglesia católica y la mafia calabresa 'Ndrangheta.

En la entrevista, Gratteri dijo que el pontífice hacía lo correcto al "quebrar el centro del poder económico en el Vaticano". "Los que se han nutrido por medio del poder y la riqueza directamente derivada de la Iglesia están nerviosos'', dijo Gratteri.

Además, agregó que no sabía si la mafia podía atacar al Papa, "pero por cierto lo estará pensando. El podría representar una amenaza''.

El vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, afirmó que la Santa Sede no estaba preocupada. "Estamos absolutamente tranquilos'', dijo. "Todo funciona normalmente y no parece haber motivos para alarmarse".

La seguridad del Papa se encuentra en manos del comandante de la Gendarmería, Domenico Giani, que no teme a las amenazas externas lógicas contra una figura como la del jefe máximo de la Iglesia Católica. De hecho, Giani montó un dispositivo de protección especial para que el papa argentino, a quien le gusta estar cerca de la gente, pueda hacerlo a través de un escudo bastante "invisible", que es a la vez eficiente y discreto.

Sobre la inmigración y la crisis

En su visita de dos horas a la sede de la Jefatura del Estado, el Papa afirmó que hay muchos temas y preocupaciones comunes entre él y Napolitano, tales como la crisis y la inmigración.

Bergoglio mencionó la visita a Lampedusa, donde conoció de cerca el sufrimiento de aquellos que, a causa de la guerra o la pobreza, se lanzan a la emigración a menudo en condiciones desesperadas, y donde ha visto "encomiables testimonios de solidaridad de tantas personas".

Además, le dijo a mandatario: "Espero que con el apoyo de la oración Italia, con su rico patrimonio de valores espirituales y cívicos, sepa volver a encontrar la creatividad y la armonía necesarias para su desarrollo armónico, con el fin de promover el bien común y la dignidad de cada persona, y ofrecer en el ámbito internacional su contribución a la paz y la justicia".

Durante su discurso, el papa Francisco habló de las relaciones institucionales habituales entre Italia y la Santa Sede y afirmó que la visita confirma "el excelente estado de las relaciones recíprocas".

El papa Francisco ya había recibido en dos ocasiones al presidente italiano.(La Nación / aciprensa)