martes, 12 de noviembre de 2013

noviembre 12, 2013
NUEVA YORK, 12 de noviembre.- Las expectativas eran altas, el precio estimado era un máximo histórico de 85 millones de dólares, y sin embargo el precio final por el que se subastó el tríptico de Francis Bacon de 1969 fue muy superior: casi 142 millones y medio de dólares, un nuevo récord que volvió a confirmar la fuerza del mercado del arte contemporáneo. La obra está compuesta por tres lienzos que originalmente fueron vendidos por separado y un coleccionista italiano pasó 20 años tratando de reunirlos.

La venta del martes por la noche vuelve a rebasar el récord de cotización de Bacon, que en mayo 2008, en una subasta de Sotheby’s, quedó establecido en los 86.2 millones de dólares que el oligarca ruso Roman Abramovich pagó por otro tríptico de 1976. El retrato en tres partes de Freud se ha convertido en el cuadro más caro jamás subastado, título que hasta este martes ostentaba la obra de Munch, El grito, vendida en mayo de 2012 en Nueva York por casi 120 millones de dólares. 


El otro gran protagonista de la noche fue Jeff Koons, cuya escultura Balloon Dog (Orange) fue subastada por 58.405,000 dólares, superando las previsiones más optimistas que situaban su precio entre 35 y 55 millones. “Es un símbolo, como el caballo de Troya, tiene algo mítico”, declaró el propio Koons. Su pieza es desde el martes la obra más cara subastada de un artista vivo. La escultura hasta ahora formaba parte de la colección de Peter Bandt, magnate de la prensa, que aseguró que el dinero de la venta lo dedicará a su fundación de estudio de arte en Connecticut.


Un cuadro en blanco y negro de una botella de Coca-Cola realizado por Warhol también superó en la subasta los 50 millones de dólares, marcando otro máximo. Lucio Fontana alcanzó un nuevo récord con su escultura Concetto Spaziale, La Fine Di Dio, que superó los 20 millones. Donald Judd también obtuvo un máximo y el cuadro Sin título VIII, de Willem De Kooning, subastado por 32 millones, ha sido el más caro de este artista vendido hasta la fecha. Una fotografía de Cindy Sherman se subastó por 1.3 millones de dólares.

Las históricas ventas millonarias marcaron un hito y cambiaron el rumbo de la semana de subastas de arte moderno y contemporáneo en Nueva York, que arrancó de forma más discreta el lunes con la venta organizada por la casa Phillips. El balance el lunes fue algo desigual: las ventas ascendieron a 68 millones, pero cinco de las 40 piezas en oferta no lograron ser vendidas, entre ellas un cuadro de Rothko, Sin título (Negro y Gris), 1969-1970, cuyo precio estaba fijado entre 10 y 15 millones. Una pieza de Andy Warhol, Nueve Marilyns doradas, 1980, –uno de los artistas protagonistas de estas subastas–, fue adquirida por ocho millones de dólares por un marchante neoyorquino.

Phillips decidió en el último momento adelantar su subasta para evitar que los compradores gastaran más de la cuenta antes de su convocatoria. La puja empezó con una obra de Lichtenstein Mujer con cacahuates de 1962, que fue vendida por 9.5 millones de dólares, demostrando la buena cotización del arte Pop. Christie’s trató de subastar esta misma pieza hace una década por entre 2.5 y 3.5 millones de dólares y no lo logró. Otro de los protagonistas del comienzo de las subastas fue el artista colombiano Óscar Murillo, una de cuyas obras fue vendida por 293.000 dólares, más de doble del precio de salida.

El arte Pop parece vivir uno de sus mejores momentos en el mercado. Así, entre las piezas más comentadas que saldrán a la venta esta semana se encuentran tres del artista que con su Fábrica revolucionó Nueva York, Andy Warhol. Accidente de coche en plata (Desastre Doble) tiene un precio estimado entre 60 y 80 millones de dólares, y dos cuadros que hasta ahora estaban en la colección de Steve Cohen, el multimillonario financiero que la semana pasada se declaró culpable en los cargos de tráfico de información privilegiada que han plagado su fondo de inversión SAC Capital. A pesar del silencio que rodea esta operación ha trascendido que Cohen tiene pensado deshacerse de varias piezas de su espectacular colección por un precio que ronda los 80 millones de dólares. Este verano compró El Sueño de Picasso del magnate de casinos en Las Vegas Steve Wynn, batiendo precios y demostrando que su talante agresivo va más allá del parqué de la Bolsa.

El músico Eric Clapton y el empresario de periódicos Peter M Brandt también van a sacar a la venta parte de su colección, algo que ha calentado las expectativas y los precios. Los cuadros más esperados y costosos han visitado varias ciudades en los últimos meses (Doha, Hong Kong y Londres) e incluso han sido prestados a acaudalados clientes para que los probaran en sus casas. (El País)

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