martes, 26 de noviembre de 2013

noviembre 26, 2013
PEKÍN, China, 26 de noviembre.- La Policía ha detenido a nueve personas como presuntos responsables de la explosión de un oleoducto en la ciudad costera de Qingdao (este) el pasado viernes, que causó un saldo hasta hoy de 55 muertos, 9 desaparecidos y alrededor de 145 heridos.

Según publica hoy el diario hongkonés “South China Morning Post”, siete de los nueve arrestados están vinculados a Sinopec, la compañía propietaria del oleoducto (y la mayor empresa petrolera china), y los otros dos están conectados con la zona de desarrollo económico de Qingdao (distrito de Huangdao), donde tuvo lugar la catástrofe.

Labores de limpieza en Qingdao.  (Aly Song/Reuters)

El gobierno municipal de Qingdao también informó hoy acerca de las detenciones a través de su cuenta de weibo, el twitter chino, pero no reveló las identidades de los arrestados.

Una investigación preliminar del Consejo de Estado consideró que la explosión se debió a un “error humano” y citó como posibles razones “una mala planificación urbana, un pobre mantenimiento del oleoducto y una respuesta inadecuada”.

No obstante, se desconoce si el Gobierno local o la compañía estatal deberán asumir responsabilidades ulteriores.

Las primeras investigaciones apuntan a que la explosión, que destrozó una carretera contigua y derrumbó construcciones, estuvo causada por el filtrado de petróleo en el sistema de alcantarillado.

Ayer se confirmó que la parte rota de la tubería (de 27 años de antigüedad) conectaba Dongying (un puerto de Shandong, la provincia donde ocurrió el suceso) con el distrito de Huangdao.

Algunos medios de comunicación y residentes de Qingdao han criticado que no se emitiera una alerta antes de la explosión del oleoducto, pues el estallido se produjo cuando los trabajadores reparaban una fuga que había sido detectada siete horas antes.

Ante las denuncias de algunos medios, entre ellos la prestigiosa revista “Caixin”, de que la compañía sabía desde hace dos años que el oleoducto no cumplía las regulaciones gubernamentales, Sinopec asegura que inició un proyecto de reparación en febrero, según informó ayer el periódico “Beijing News”.

No obstante, se desconoce si la parte de la tubería siniestrada había sido reparada ya.

El Gobierno de Qingdao, por su parte, asegura que no tuvo información de la fuga hasta que las explosiones ocurrieron, pero Sinopec dice que había advertido al distrito de Huangdao con anterioridad, apunta el SCMP.

La provincia de Shandong acoge una de las mayores terminales importadoras de petróleo del país, y controla una séptima parte de todos los oleoductos de gas y crudo de la potencia asiática.

Sinopec afirma que la mayor parte del petróleo vertido antes de la explosión, que se extendió en un perímetro de hasta 3,000 metros cuadros, ha sido limpiado.

El mortífero accidente en Qingdao ha recordado a otra tragedia similar que también ocurrió en la ciudad portuaria en 1989, cuando sucesivas explosiones de cinco tanques petroleros dejaron al menos 19 muertos y 78 heridos. (EFE)

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