martes, 8 de octubre de 2013

octubre 08, 2013
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1312 / 9-X-13

Dos semanas ocupó el secretario particular de Los Pinos para responder la solicitud presentada por tres representantes del Movimiento Regeneración Nacional sobre la “realización de una consulta al pueblo de México” antes de que sea discutida y, en su caso, aprobada por el Congreso la propuesta energética del titular del Ejecutivo federal, así como modificar la iniciativa de Ley de Ingresos para eliminar nuevos impuestos.

La respuesta de Erwin Lino es un desplante burocrático en el que explica a José Agustín Ortiz, Bertha Elena Luján y Octavio Romero: las atribuciones de la Oficina de la Presidencia de la República; las bondades jurídicas, económicas y energéticas de la iniciativa de ley de Enrique Peña; el a, b, c de los límites formales que tiene “Bajo la división de poderes que marca la Constitución y que impera en el México democrático de hoy, no corresponde al Poder Ejecutivo señalar o sugerir la forma en que debe proceder el Congreso de la Unión, o alguna de sus cámaras”.


De la tardanza en emitir la respuesta presidencial por medio de su secretario particular, no es forzado inferir que analizaron tanto los costos como los beneficios que arrojaría atender de manera política, no sólo burocrática, la “Tentadora y costosa oferta de AMLO a EPN” (25-IX-13), iniciativa política de gran calado, pues por primera ocasión el primero mostró disposición para encontrarse con el segundo, “porque así lo exigen las circunstancias. No estoy olvidando que llegó a la Presidencia mediante un fraude electoral, que consistió, entre otras cosas, en la compra de millones de votos, traficando con la pobreza de la gente”.

En el extranjero, como ya es habitual, el mexiquense aseguró en la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que su gobierno ha actuado con “disposición a escuchar y recoger inquietudes y propuestas” de sectores que “se sientan afectados”. La respuesta del secretario particular de Peña Nieto demuestra lo contrario, además por lo visto Lino Zárate no se entera de las críticas de legisladores de diversos partidos al Pacto por México y los presidentes partidistas firmantes, porque les envían las iniciativas de ley “planchadas”, sólo para aprobarlas.

Dicho de otro modo, cuando las iniciativas de ley para las reformas estructurales o no, corresponden al proyecto gubernamental en curso, la arquitectura jurídica del Estado tiene más flexibilidad, otro valor y otras lecturas. Porque no basta el lugar común de la elite gobernante, como reconocer en Bali, Indonesia, que está “dispuesto a asumir el costo político” por impulsar reformas. Y qué esperaba, si hasta el cada vez más impresentable (por enriquecido, frívolo y atrabiliario) monarca Juan Carlos tiene que rendir cuentas a los españoles.

Capacidad auditiva que en Televisa, Televisión Azteca y el oligopolio de la radio, con excepciones, raya en la sordera, mejor conocida como censura y/o autocensura para no incomodar al aliado sexenal en turno. Fingen que informan del movimiento en ciernes alrededor de la consulta popular sobre la reforma energética, mismo que el 8 y 22 de septiembre y el 6 de octubre mostró una expansión sostenida de partidarios y simpatizantes hasta llenar 15 cuadras de Paseo de la Reforma en sus dos sentidos y las laterales, de acuerdo a la crónica de Blanche Petrich.

Acaso por ello Andrés López Obrador aseguró al enorme contingente con el que consultó por medio del voto secreto los pasos a emprender, que “La respuesta no la damos por definitiva. Hay tiempo todavía para que Peña Nieto piense en México y cambie de parecer, aunque desde luego no estamos esperando sentados”. ¿Y habrá el movimiento suficiente?

Acuse de recibo

Primera parte del testimonio de Humberto Musacchio con motivo del texto GDF, encapuchados y partidos (7-X-13): “El pasado 2 de octubre, caminaba yo por Reforma en sentido inverso al de la marcha, y mientras iba viendo las vitrinas destruidas y comercios saqueados, me crucé con un grupo de muchachos de negro o de gris, algunos de ellos con pasamontañas. Me sorprendió verlos en la acera opuesta a la manifestación y me consta que caminaban entre los policías sin ser molestados. Creo que quienes dirigen la policía capitalina tienen mucho que explicar, entre otras cosas, el por qué no intervinieron cuando los ‘anarcos’ destruían las banquetas con zapapicos para lanzar esos escombros sobre las vidrieras. Me atrevo a preguntar: ¿quién dio la orden a los policías de que no respondieran a la agresión de quienes les lanzaban bombas Molotov? Es cierto que cuando se desata la violencia de los provocadores no faltan ingenuos, legítimamente indignados, que se incorporan al zipizape. Es igualmente cierto que algunos uniformados perdieron la cabeza y tundieron por igual a provocadores que a inocentes. Pero la mayoría de los policías recibió orden de no intervenir, pese a la agresión. No sabía que el caso se había repetido en Oaxaca, pero eso confirma que le están moviendo el tapete a Gabino Cué y a Miguel Ángel Mancera.”


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