martes, 1 de octubre de 2013

octubre 01, 2013
ESTADOS UNIDOS, 1 de octubre.- A partir de ahora, más que abstinencia, habrá vacío. El fin de Breaking Bad, superando los niveles de adrenalina generados por las conclusiones de otras series más o menos adictivas (lo que pasó con Lost puede compararse hasta cierto punto porque la decepción generalizada de la resolución provocó cierta distancia retrospectiva), va a dejar un hueco en la cotidianidad de una audiencia inconmensurable que no hace distinciones de carácter generacional ni cultural ni geográfico. Anoche, con el capítulo final de la quinta temporada de la serie creada por Vince Gilligan, murió un vínculo. El lazo virtual -el del cariño retorcido, guiado paradójicamente por el desprecio hacia su implacabilidad y carencia de escrúpulos y por la identificación imposible con un profesor convertido asesino productor de metanfetamina- que nos ataba a Walter White y más que nada a Jesse Pinkman -acá, la empatía a través de la compasión- dejará de existir en su regularidad semanal para transformarse en recuerdo.


Seguiremos, respondiendo a la imposibilidad humana de desapego inmediato, hablando de ellos, sacando conclusiones insólitas e innecesarias, intentando encontrar respuestas y analizando comportamientos, repasando los hitos y las pérdidas, sobre todo las pérdidas. Acaso de esta manera podremos sentirnos menos abandonados.

La música colaborará con el regodeo nostálgico, como siempre. Más allá de la efectividad incidental de la banda de sonido original a cargo de Dave Porter, a lo largo de las cinco temporadas, hubo momentos musicales significativos (Walt cantando "A Horse With No Name" mientras maneja en el comienzo de la tercera, o Jesse derrapando billetes en el cabarulo con sus secuaces al ritmo de "Rocket Scientist" de los Teddybears, o la búsqueda del cigarrillo de ricina con el tema del inglés Whitey) y algunas inclusiones insoslayables, como la presencia argentina con el remix de "Quimey Neuquén".

Abajo, y sin decir una sola palabra acerca del último episodio, una selección azarosa con diez temas del soundtrack de Breaking Bad.

Escuchen y agreguen sus propuestas. (RollingStone Argentina)