martes, 15 de octubre de 2013

octubre 15, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 15 de octubre.- Personas invidentes visitaron el Congreso del Estado para solicitar apoyo de sus diputados y expresar su inquietud por el alza al pasaje urbano, ya que los empresarios y choferes del transporte público no respetan sus derechos y los maltratan.

“Ni siquiera nos quieren dar parada, aunque paguemos el pasaje”, pese a que no cobrar a los discapacitados fue una de las condiciones cuando autorizaron el último incremento –recordaron-, pero nunca cumplieron.

César Sierra Barroso, Josefina Pech Alamilla y Ernesto Pech Morales visitaron al legislador Francisco Torres Rivas, a quien le dijeron que el transporte público no cumple con dar un buen servicio.

Los carentes de vista platican con el diputado "Panchito" sobre los problemas que les causa la falta de humanidad de los camioneros.

“Cuando autorizaron la última vez un alza, juraron que mejorarían y no lo cumplieron. Esta vez, si quieren subir sus tarifas, que comiencen por tratar bien a los pasajeros”, pidieron.


“Yo vivo en Ciudad Caucel –apuntó Sierra Barroso-; los camiones pasan y pasan pero nos ignoran por el simple hecho de verte con bastón”.

Pech Alamilla dijo que “saben que los escuchamos desde lejos, por eso algunos doblan cuadras antes y cambian su ruta con tal de no subirnos”

“Si quieren subir sus tarifas, que empiecen por mejorar el trato y cumplir los acuerdos que hicieron con las autoridades”, señaló Pech Morales.

Dijeron que no se puede culpar por completo de esto a los choferes, sino a los patrones, pues hemos escuchado cómo les dicen que “si subes a invidentes, tú pagas el boleto”.

En 2009, al entrar en vigor la tarifa de 6 pesos para adultos, se dijo que los discapacitados no pagarían al abordar los autobuses y combis si tramitaban su credencial.

“De qué sirve tener credencial si eso nunca se respetó”, se quejaron.

Por eso algunos optan por empezar a pagar. “Por unos tenemos que pagar todos, porque algunos choferes se portan muy groseros”, dijo Josefina Pech.

“Entonces, ¿cómo queremos que nos respete la sociedad si juntos no nos damos a respetar?”, reflexionó por su parte César Sierra.

Los invidentes estuvieron acompañados por Gaby Palma Castro, del Centro de Recursos e Información para la Integración Educativa (CRIE), que se encuentra en el rumbo de Chenkú-Pensiones de la ciudad de Mérida.

César, Josefina y Ernesto visitaron a diputados en el Congreso, en especial a Francisco Torres Rivas, en busca de apoyo para formar un grupo musical integrado sólo por invidentes.

“Un día disfrázate de ciego, Panchito, aunque estés viendo, para que seas testigo y sientas lo que ellos viven día a día”, comentó Palma Castro.

Josefina y César, ambos invidentes, están casados desde hace un año. Viven en el fraccionamiento Brisas. Ella es recién graduada en Derecho y él es músico.

“Necesitamos un trabajo estable, si no tenemos oportunidad en el ámbito laboral”.

Solicitaron el apoyo de Torres Rivas para conseguir un equipo de audio y amenizar fiestas y eventos, y de esa forma tener modo de ganar dinero y poderse sostener.

Ernesto toca percusiones y César, teclados. “No pedimos un equipo grande ni costoso, aunque sea uno básico”.

“Nosotros no queremos que nos regalen todo, queremos trabajar”. Desafortunadamente hay invidentes que trabajamos y otros que usan su discapacidad para obtener beneficios, admitieron.

El diputado del PRI ofreció gestionar un equipo de sonido para los jóvenes emprendedores y apoyarlos en lo que esté a su alcance.

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