miércoles, 16 de octubre de 2013

octubre 16, 2013
INTERNACIONAL, 16 de octubre.- Ocurrió el 11 de abril de 2001, en un partido de clasificación para la Copa del Mundo de Corea y Japón del 2002. Los rivales eran Australia, la selección mas fuerte de Oceanía ( Lo cual no es algo difícil) contra Samoa, que era la peor selección del ranking FIFA y suponemos que aun andará por ahí. Australia, ante la facilidad del partido, mandó una selección B que le endosó la nada despreciable cifra de 32 goles a los pobres jugadores de Samoa.


El combinado de Samoa, formó posiblemente con los primeros que encontró en el exótico paraje oceánico, un equipo de amigotes, que perdió todos los partidos con goleadas contra selecciones del potencial de Islas Fiji y Tonga, por 0-13 y 0-8 respectivamente, rivales a los que por cierto Australia les había endosado 22 y 16 goles. Posiblemente, una liguilla de fútbol 7 local generaría mas nivel que esos tres equipos.

Con este panorama, la selección de Australia, sin ser una potencia, pero con jugadores profesionales en sus filas, lo tuvo fácil para cebarse ante un grupo que posiblemente lo más parecido que habían jugado al fútbol, era en la playa con algún coco o similar. Samoa, se presentó con una media de 18 años y hasta un chaval de 15, para hacer unas estrellas a David Zdrilic y a Tony Popovic, que con 13 y 8 goles se iban a poner las botas. Eso si, los valientes de Samoa, con 29 a 0, aun iban a lanzar un ataque, que iba a parar el portero australiano, que raramente no se había ido a tomarse un refresco o a ver la tv a su casa, pues era el primer y único disparo de Samoa. Moral no les faltaba a los simpáticos samoanos. (Alberto Llopis para Colgados por el Fútbol)

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