jueves, 31 de octubre de 2013

octubre 31, 2013
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 31-X-13

En vísperas del Halloween hay una fiesta de disfraces en el Congreso: los legisladores del PAN se han disfrazado de perredistas que revientan sesiones, los del PRD se han disfrazado de panistas que se asumen oposición responsable que negocia con el régimen, y el PRI ha disfrazado de reforma hacendaria estructural una simple miscelánea fiscal.

El engendro fiscal de este año, en plena temporada de brujas, golpea brutalmente a una clase media naciente que se las arregla para vivir al día, resta competitividad a las empresas pequeñas y medianas, y no es capaz de lograr que más personas paguen impuestos (como por ejemplo los multimillonarios controladores de la economía informal mexicana). Es verdad que contiene puntos buenos, hasta aplaudibles, como el hecho de que obliga a empresas gigantes y a los millonarios nacionales a aportar más y pagar tasas sensatas, reales, de impuestos, pero es insostenible la idea de que sólo pega a los ricos.

Como ocurre desde hace años, el afán de completar metas numéricas de recaudación para que el gobierno cuente con el presupuesto que planea, ha llevado al Congreso a zurcir y remendar aquí y allá, a inventarse impuestos nuevos, a estirar el cálculo del precio del petróleo e incluso a meterse con un punto tabú para la ortodoxia: mover el déficit para coquetear peligrosamente con la tentación de financiar sus proyectos mediante más deuda (en paquetes anteriores los paganos fueron las cervezas y los aerosoles; en esta ocasión tocó a los refrescos y la comida chatarra; parches al fin para juntar dinerito y salvar el año).

La única novedad hasta ahora ha sido el toque halloweenesco que ha aportado la fiesta de disfraces:

Hoy los panistas revientan la sesión, acusan al PRI-gobierno de consumar un asalto a los mexicanos y acusan al PRD de traición, de haberse vendido y de negociar en lo oscurito con el poder. ¿Dónde hemos escuchado eso antes?

Los perredistas se presentan como oposición leal, denuncian la hipocresía del PAN, lo acusan de tener motivos ocultos e inconfesables para rechazar esta iniciativa progresista que beneficia a los mexicanos. ¿Dónde hemos escuchado eso antes?

En el blanquiazul los grupos dejaron de lado la bronca que traen desde hace un año y se unieron todos para esta fiesta. En el del sol azteca el disfraz panista no les alcanzó para evitar dividirse como siempre: la mayoría chuchista estuvo a favor y una parte ebrardista-bejaranista-lopezobradorista en contra.

La fiesta fiscal de disfraces está terminando. Lo que sigue es la reforma energética y ahí cada partido se quitará la máscara: veremos de nuevo al PRD tomando la tribuna y al PAN jugando a la “oposición responsable”.

SACIAMORBOS

En reuniones privadas truena contra su sucesor-antecesor. Cuando regresó ya con ganas de retomar el poder dijo a quien lo quiso escuchar que el que se quedó en su lugar ya no quería dejarlo volver y que le había echado a todo su equipo en contra. Mientras, todo se descompone.