martes, 1 de octubre de 2013

octubre 01, 2013
Empresa | Alberto Barranco | 1-X-13

A lo largo de los años los papeles adquiridos han perdido su valor de mercado ante la aparición de instrumentos con mayor rendimiento, es decir los bonos que costaban 100 pesos se cotizan en 95, 93, 92… lo que aclara la baja en el monto acumulado de cuentas que en algunos casos llega a 30, 28 o 20 mil pesos.

Según ello, sin embargo, en tanto las siefores no vendan los instrumentos de deuda adquiridos, los ahorradores mantendrán el rendimiento previsto al momento de la compra.

Y como las apuestas de éstas son de manos firmes, no existe peligro alguno de que lo que hoy es un evento contable se mantenga o se convierta en un quebranto.

De acuerdo a la Consar, el fenómeno de la caída en el costo de los papeles se dio durante los meses de mayo, junio y agosto.


Durante mayo la disminución en el acumulado de las cuentas de los trabajadores, calificadas como “minusvalías”, fue 92 mil 690 millones de pesos, en tanto en junio alcanzó 77 mil 64 millones.

Lo curioso del caso es que en un estudio denominado “Consideraciones recientes sobre el SAR”, la instancia señala que, no obstante, desde 1997 el capital de un trabajador que cotiza en el sistema de pensiones con ingresos mensuales de seis mil pesos, nunca ha sido afectado a pesar de las minusvalías de agosto del 2008, de agosto del 2011 y de agosto del 2013.

El ejemplo llama la atención porque es justo los seis mil pesos lo que según el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero, lleva a un trabajador a la antesala del paraíso al ser suficientes para pagar la hipoteca de la casa, el abono del automóvil, las colegiaturas de los niños, y alguno que otro viaje a La Vegas, cuando amenace un huracán las costas del Pacífico.

En su explicación, la Consar encabezada por Carlos Ramírez, dice que el trabajador promedio permanecerá durante varias décadas en el Sistema de Ahorro para el Retiro, lo que implica que la volatilidad de corto plazo no afectará la tendencia central creciente en el valor de su capital ahorrado.

Ya encarrerado, el organismo señala que un aumento en las tasas de interés, si bien tiene un efecto contable negativo de corto plazo, terminará por redituar en mejores pensiones para los ahorradores de largo plazo.

No se preocupen, pues, por los baches.

Más aún, la Consar advierte que la reciente minusvalía que alarmó a miles de usuarios no será la última que vivan los mercados financieros. Durante la crisis del 2008, por ejemplo, el precio de los bonos de las siefores fluctuó por el alza a las tasas de interés. Sin embargo, los mercados financiero eventualmente se estabilizaron iniciándose un largo periodo de recuperación.

Según ello la plusvalía a partir de entonces y hasta el inicio de julio pasado de los papeles, descontadas las minusvalías de mayo y junio, alcanza 557 mil 400 millones.

Más aún, durante el propio julio se han generado plusvalías por 20 mil 223 millones de pesos, no obstante la volatilidad de las tasas de interés a nivel global.

Sin embargo, no se aclara qué porcentaje de las apuestas se centra de los mercados externos.

La acción de la autoridad supervisoras, según ello, se sustenta en tres escenarios: el Régimen de Inversión, las normas y criterios prudenciales de riesgos y los mecanismos de supervisión.

La Siefore Básica, ubicada como la mayor del sistema, por ejemplo, tiene posibilidad de invertir el 40 por ciento de sus carteras en renta variable, es decir acciones de empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores; 30 por ciento en instrumentos de divisas, es decir cotizados en dólares, yenes, yuanes, euros…; 30 por ciento en instrumentos burtalilizados, es decir papeles de deuda colocados en los mercados de dinero; 20 por ciento en instrumentos estructurales; 20 por ciento en valores extranjeros, y 10 por ciento en mercancías, sin explicar cuáles.

Naturalmente, la cuenta no sale porque las Afores tienen opción de jugar con los límites, de acuerdo a los vaivenes de los mercados.

Lo inaudito del caso es que el documento se lo turnó la Consar al columnista en su cuenta de Twitter, después de que ésta había cobijado denuncias de los usuarios del esquema en las redes sociales, es decir, se reaccionó al alud.

Así se maneja la comunicación social en el país.

Balance general

Aunque no menciona por su nombre al columnista, refiriéndose en estricto a “una nota periodística”, la Bolsa Mexicana de Valores, ahora Grupo Bolsa Mexicana de Valores, emitió un comunicado en que reconoce a la letra lo publicado en este espacio, es decir el fideicomiso Asigna tendrá una pérdida en relación a la perspectiva de 276 millones de pesos.

Le falló, pues, la apuesta a quienes adquirieron un crédito mercantil por 933 millones de pesos en junio del 2008 para adquirir la mayoría de las acciones del instrumento, dado que hasta hoy, finalizada la etapa de amortización, solo se han pagado 657 millones.

De acuerdo al documento, la variación de la partida se explica por la revisión y ajuste por deterioro que realizó el organismo a finales del 2008, “en un entorno de crisis internacional”.

Dicho con lenguaje llano, se cebó el negocio.

La promesa de la Bolsa habla de realizar la valoración del crédito mercantil en la auditoria externa de este año. Lo curioso del caso es que se señala que el deterioro en el valor de éste no afectaría el flujo de efectivo, aunque sí el resultado del ejercicio.

Se ampara Pemex

Como era previsible, Petróleos Mexicanos está buscando un amparo contra las multas que le aplicó la Comisión Federal de Competencia por 652.3 millones de pesos por obligar a las gasolineras a surtirse vía personal sindicalizado de la paraestatal, pese a que algunos grupos cuentan con sus propios sistemas de transporte.

Lo curioso es que lo haya hecho sin presentar aún el recurso de reconsideración a que tiene derecho, tal vez en la certeza de que perderá nuevamente.

Lo curioso, además, es que también se amparó el sindicato, alegando que la CFC, hoy Comisión Federal de Competencia Económica, no tiene vela en el entierro en la relación ante él y la empresa pública.

Metiche, pues.

Sigma en la antesala

Quien instrumenta una oferta primaria de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores es Sigma, filial de alimentos del Grupo Alfa de Monterrey.

Sin tener aún el prospecto respectivo, la empresa ya contrató como agente colocador al Citigroup y Goldman Sachs.

La empresa acaba de comprar una planta proveedora de carne de res y puerco en el país, además de una firma fabricante de quesos en Costa Rica.

La compañía cotiza desde hace años en la Bolsa Mexicana de Valores.

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