domingo, 20 de octubre de 2013

octubre 20, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 20 de octubre.- Ella Quintal Avilés, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), llamó a restablecer la relación armónica que los antiguos mayas mantenían con el entorno para evitar usar de manera irresponsable los recursos naturales.

Al participar como ponente en las actividades académicas del Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2013, la especialista indicó que los cambios en las leyes sobre la posesión de la tierra ocasionaron que extensiones de superficie utilizadas por los herederos de este histórico pueblo prehispánico dejen de tener un uso comunitario y se empleen para actividades lucrativas que implican el uso de agroquímicos.

De Ella Quintal Avilés, ver, por ejemplo, Aluxes en Xcambó.

"El sistema de creencias, prácticas y rituales que los descendientes mayas tienen sobre el uso de los recursos naturales, principalmente en lo que se refiere a la tierra, deja ver la armonía que su cosmovisión del mundo tenía con el aprovechamiento sustentable de su entorno", apuntó.


Al dictar la ponencia "Antiguos y nuevos dueños: la relación con el medio ambiente en las sociedades mayas de hoy", la experta resaltó que en muchas comunidades se siguen haciendo ceremonias de agradecimiento por la cosecha de manera discreta entre los campesinos.

Quintal Avilés explicó que para los mayas todo lo que existe tiene un dueño, por lo que es necesario pedir permiso para llevar a cabo trabajos agrícolas, construcciones de casas o cualquier ocupación de terreno.

Recordó que la petición se hace a través de la presentación de pequeñas y grandes ofrendas de bebidas de maíz como el saká o balché, con lo se obtiene de estos dueños la benevolencia para que cuiden las cosechas y manden agua, así como para que protejan a los campesinos durante sus recorridos en las milpas.

De esta manera, dijo, se establece una relación de reciprocidad entre estos seres espirituales o dueños y las personas, lo que permite que también se tenga un vínculo con el medio ambiente más armónico y respetuoso, en la medida en que se respete esa relación.

"No abusar de tumbar la milpa, cazar venados, no contaminar los cenotes, entre otras cosas, eran algunas de las prácticas que los ancestros de esta gran civilización nos dejaron", finalizó.