miércoles, 2 de octubre de 2013

octubre 02, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 2 de octubre.- A continuación reproducimos íntegramente el discurso pronunciado por  el poeta y abogado Óscar Sauri Bazán el pasado 19 de agosto durante el homenaje realizado en su honor por el Ayuntamiento de Mérida:

Roxana Maldonado Espinosa, presidenta de la Asociación "Raúl Maldonado Coello", hace entrega del reconocimiento al laureado. Se encuentran con ellos el Director de Cultura Irving Berlín Villafaña y el alcalde Renán Barrera Concha (Foto: JMRM)


A Mis hijos: Oscar, Alberto

Y Leticia Sauri de la Guerra,

Son mi coro de luces

A Leticia De la Guerra Vargas

Garante de mi estirpe, de mi coro de luces.

Tierna y fiera compañía

Como su solidez ninguna,

Como su convicción de madre una sola

A mi Madre: Nery Mencía Bazán Aranda,

Porque ella me enseño a hablar

Y a leer en voz alta para cantar las palabras

A mi padre: Herbé Fernán Sauri Medrano,

Porque el me dio la moral para ser valiente

Y necio en eso de defender mis convicciones

LA SUAVE PATRIA

PROEMIO

Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo
para cortar a la epopeya un gajo.

Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.

Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.

Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.

Ramón López Velarde

Esta barca sin remos es la mía.
Al viento, al viento, al viento solamente
le ha entregado su rumbo, su indolente
desolación de estéril lejanía.

Todo ha perdido ya su jerarquía.
Estoy lleno de nada y bajo el puente
tan sólo el lodazal, la malviviente
ruina del agua y de su platería.

Todos se van o vienen. Yo me quedo
a lo que dé el perder valor y miedo.
¡Al viento, al viento, a lo que el viento quiera!

Un mar sin honra y sin piratería,
excelsitudes de un azul cualquiera
y esta barca sin remos que es la mía.

Carlos Pellicer

Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

Francisco de Quevedo (1580-1645)

Moza tan fermosa
non vi en la frontera,
com’una vaquera
de la Finojosa.

Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fraguosa
perdí la carrera,
do vi la vaquera
de la Finojosa.

Marqués de Santillana

¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Sor Juana Inés de la Cruz

Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Jorge Luis Borges

Erótica de las Lluvias

Canto I

“…serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado…”

Francisco de Quevedo

A la orilla del mundo alucinante

Medio día inesperado eclipse luz opaca

Perseguido hemisferio de la estrella

Que entreteje con gotas la rivera

Acampo entre luces sombra de mi esqueleto

Cristal derramado en el borde

Acontecido niño hace mil siglos

Recito la oración de los peces

Me enciendo en el talante del crepúsculo

Pasajero del tiempo atrapado en el polvo

Espectador parte de la materia

Más allá de la idea hecha sangre

Quieto con el hartazgo derramado

Al conjuro de secas melodías

Enamorado eterno de la bruma

Acuático sincero navegante

De la ínsula armada de esmeralda

Pétrea vegetal humedecida barca

Voy al faro encendido de la espuma

Que enciende cada esquirla en la mirada

De la piedra memoria de pirámide

¿Faro de siderales nautas?

Construida en la sangre del propósito

Arnés del sabio enamorado del sol

Actor con las piernas al vacío

Brazos en cruz contemplo la galaxia extendida

Láctea mar en guirnalda girasol de espiral

Madre hija de soles que incendia la semilla

Desde esta procesión a la que asiste el viento

Elevo la arteria en conjunción

Con la humedad deshecha elevada en la ola

Me afirmo en el arreo más rítmico

Ato con la cadencia mi amor más vital

Rememoro en el cuerpo las arritmias

Las pensativas manos de la fogosidad

Que aspira la humedad de la arboleda

Y comienza la clave a recordar los cantos

Se agolpa el corazón sobre sí mismo

Y mi múltiple sangre arremolina sombras

Linajes polvo cósmico que soy y que contemplo

Agradezco a la Asociación de Editores y Libreros “Raúl Maldonado Coello”, por cierto fue Don Raúl Maldonado Coello, quien me publicó mis primeros poemas, a el eterno agradecimiento, y al Ayuntamiento de Mérida, la de la Yucatán, no olvidemos que esta es también Ichcaanziho, T’ho o h’o, haberme seleccionado para homenajearme, en el marco de esta feria Municipal del Libro, no creo merecerme esa distinción, pero créanme que la celebro y la disfruto, como he tratado de celebrar la vida desde que tuve conciencia de mi existencia en este mundanal mundo, como diría el gran Tin Tan, se también de la difícil decisión que tomaron, porque para variar, no soy monedita de oro para caerle bien a todos, antes al contrario, mi persona y personalidad, son, de por sí, polémicas, por que como una vez me dijo el Sacerdote Jesuita Manuel Ramos, “… mira bien oscarito, los que asumimos a Jesús no les caemos bien a los poderosos y a los controladores, somos incómodos al poder, somos vetados, pospuestos, y malamente temidos, porque lo único que buscamos es la tan cacareada verdad y esa, que nos hará libres, pues no les gusta a los señores del poder…”. Imagínense, cristiano y además comunista, que clase de espécimen era ese, lo bueno y lo malo es que ese era yo, como ven?, en los años ochenta esa era una mezcla para divertirse, mientras no llegaran los golpeadores.

Pienso con mi compañero Elios Edmundo Pérez Marquez, la juventud comunista de mi época, way eso sonó a viejo, viejo, y la juventud de la izquierda de aquella época tenia estas características: “…Éramos como hermanos, muy jóvenes, audaces, enamoradizos; capaces de perseguir los sueños y comernos la lumbre a puños: el más pelón se hacía trenzas, el más chimuelo mascaba rieles y el más tullido era alambrista; conocíamos nuestra historia y no la queríamos repetir; no éramos ningunos resentidos sociales y no nos movía el odio ni el rencor, sino el amor; éramos realistas y habíamos aprendido a pedir lo imposible…”

Amparados en el manto protector de la Constitución, nos sublevaba cualquier abuso contra nuestro pobre pueblo, no estábamos dispuesto a consentir ninguna injusticia ni a tolerar otra matanza, y nos gustaban las canciones de Serrat…”.

Crecí entre mercaderes, ladinos y héroes asesinados, héroes muertos, vueltos a matar una y mil veces y de nuevo una y mil veces vueltos a matar, pero siempre recordé quienes eran en verdad los heroes, esos que bien dijo Leonel Rugama o Ernesto Cardenal, ya no recuerdo bien: “…porque los héroes nunca dijeron que morían por la patria, sino que murieron!…”. Y los volvieron a matar, no los dejan ni nacer, una y mil veces, pero con todo y contra todo hay van naciendo a diario.

Crecí en una patria absolutamente controlada por un grupo, mi personalidad se formo en el esfuerzo, primero en el tesón y dedicación de mis padres, que sin tener mayor preparación escolar y académica, crearon un casa y una familia liberal, donde se forjo una conciencia de los valores familiares y sociales.

Tarde pero seguro trabe contacto con la lectura, primero mi padre me compro algunos libros y luego yo con el dinero de mis camiones, mi exigua gastada y andando la ciudad a pie para ahorrar, empecé a comprar libros, craso error ese de comprar libros, uno empieza a conocer, el conocimiento lleva a pensar, cosa mala es pensar, por que el pensamiento lleva a la crítica y la crítica lleva a cuestionar y el cuestionar lleva a romperse la madre y la cara con la enorme pared de la intolerancia al pensamiento distinto, en esa época las cosas eran muy distintas a las presentes, aunque sea cierto que aún hoy la intolerancia, combinada con la modorra y la banalidad hace que existan muchos episodios de represión. Algunos jóvenes, por ejemplo, creen que la libertad de expresión únicamente sirve para mostrar sus cuerpos desnudos en el feís, en Twitter o en cualquier red social.

Yoruba soy, lloro en yoruba
lucumí.
Como soy un yoruba de Cuba,
quiero que hasta Cuba suba mi llanto yoruba,
que suba el alegre llanto yoruba
que sale de mí.

Yoruba soy,
cantando voy,
llorando estoy,
y cuando no soy yoruba,
soy congo, mandinga, carabalí.
Atiendan, amigos, mi son, que empieza así:

Adivinanza
de la esperanza:
lo mío es tuyo,
lo tuyo es mío;
toda la sangre
formando un río.

Cuando escuche este Son de Nicolás Guillen, me supe al instante afrodescendiente, siempre me habían gustado los tambores, el ritmo, pero estos tambores eran los míos, no había duda, use desde entonces con más orgullo mi afro, a todo lo que daba y dio, mientras hubo pelo.

Esta mujer angélica de ojos septentrionales,

que vive atenta al ritmo de su sangre europea,

ignora que lo hondo de ese ritmo golpea

un negro al parche duro de roncos atabales.

Bajo la línea escueta de su nariz aguda,

la boca, en fino trazo, traza una raya breve,

y no hay cuervo que manche la solitaria nieve

de su carne, que fulge temblorosa y desnuda.

¡Ah, mi señora! Mírate las venas misteriosas;

boga en el agua viva que allá dentro te fluye,

y ve pasando lirios, nelumbios, lotos, rosas;

que ya verás, inquieta, junto a la fresca orilla

la dulce sombra oscura del abuelo que huye,

el que rizó por siempre tu cabeza amarilla.

EL ABUELO Nicolás Guillén

Creo que de la exuberancia del trópico me viene esta terca majadería de decir muchas cosas a la vez, les pido disculpas por ser necio y mal alumno del discurso breve y ordenado, pero a lo largo de mi vida he tratado de ofrendar a mis lectores, esta compilación personal de versos, que son al parecer poemas, de una obra hecha por un autor que lo único que desea es trasmitir alguna emoción a sus lectores, con eso, este escribiente de la palabra se daría por bien servido, de lo demás, de la vida, de sus trajines, se encargan otros, el que escribe estas líneas los ha sobrellevado con sobrada ironía en las insólitas tareas que le deparo el acaso.

Con la humildad que da el ejercicio de uno de los oficios humanos, tan digno como el de un carpintero, un herrero, un minero, un alfarero, un agricultor o un mecánico, he dejado que estos trabajos vean la luz que expongan al implacable e inapelable juicio de las y los lectores.

Y bueno aquí estamos hoy en este homenaje, de nuevo gracias, a los que lo hicieron posible, homenajear a un aprendiz de poeta, es una cosa seria y delicada, los poetas hace ya muchos, pero muchos años fuimos expulsados por Platón de la República, y todavía hoy no somos bien vistos, los artistas en general, es cierto, somos seres emotivos, emocionales, que seriamos acusados de bipolares por los psicólogos y los siquiatras, por que, al menos en mi caso, pasamos de la euforia, a la depresión, nos duelen las cosas del mundo, la injusticia, la pobreza, los atropellos del poder, la muerte, la violencia, la hipocresía, el cinismo de los que mandan y la modorra ladina de los mandados.

Frágil

No es el poeta sólo quien ahí habla,

Sino las bocas mudas de los suyos

A quienes él da voz y les libera.

Luis Cernuda
I

La frágil fibra

Bajo la somnolencia

De la pluma pacifica

La violencia se cierne

Se avizora el fragor

De los sentidos

Invade la emoción

El sentimiento áspero

Que se postra en sí mismo.

¿Quién manda a los abismos?

¿La carne que comparte

Las viandas de su estirpe?

¿La saña del espíritu

Que se bebe a sí mismo

En el pórtico de su espejo?

¿La emoción que preside

Frustrados espejismos

De su inútil futuro?

¿O la utopía perdida

Del romántico himno

Dónde renacen lágrimas?

¿El hombre anhelante

En la bondad del hombre

Que se traga así mismo?

¿La fundación ingenua

De partidos y sueños

Que se tornan botines?

Sucede que me cansan

Los sueños en la justa

Medida en que los sueño.

Busco y encuentro mundos

Donde todo lo inicuo se hace cieno

Donde nacen los soles más nítidos.

Suenan voces plurales

En la mañana tierna

En medio de la idea y la palabra.

Las preguntas no dejan

El palpitar sombrío

Donde la luz acude y resplandece.

Me agoto y no descanso.

Sigo buscando en los acantilados

De la ruda materia.

Acuden en mi auxilio los eternos,

Los fieles pensamientos de lo bueno.

Dios esta conmigo aunque él no quiera.

Sé que él no es culpable de lo malo

Mas me cuesta trabajo comprender

La crueldad dolorosa de los hechos:

La infamia, la arrogancia, la injusticia,

La deshabitada maldad

De nuestros días.

Lo frágil de la escasa

De la azarosa justicia

Cuando se trata de la gente débil,

Cuando de trata de la gente pobre

Ante el poder narciso

De su propio dominio.

Sé que no valen nada

Los constantes suplicios

De las ideas que proso

Que el verbo me hace daño

Si lo enciendo

Y aquí estoy junto a él

¡Dándole fuego y asco

En el vértigo violento

De mi terca tarea de ser libre!.

Siempre he creído en la poesía de utilidad pública quizá por eso en la primera definición de mi poética escribí una idea que tomé prestada a Roque Dalton, sin citarlo explícitamente pero era y es una obviedad “… Pueda la poesía ser buen pan y buena agua…” que más quisiéramos los poetas que así de fácil fueran las cosas, ahora que el pan es tan escaso y al agua hasta se la quieren robar a los pueblos originarios de México para satisfacer el abuso que hacen de ella las grandes e irracionales ciudades que hemos creado.

Una jauría mediocre brega contra la literatura y la escritura, esa jauría pretende que solo los académicos pueden hacer poesía y literatura, se equivocan, la verdadera poesía, nace de los afanes auténticos del ser vivo, el ser humano, el hombre o la mujer, habitado, habitada y habitante de la vida y de las demás vidas, es la creadora, el creador de la palabra poética verdadera, no hay duda alguna, que lo seres verídicos y acepticos, bien medidos, bien pesados y bien pensados, así de bien medidos y pesados en sus versos, no podrán jamás gobernar la emoción verdadera de la palabra creada y creadora. No. esta no es una afirmación en contra de la técnica literaria, ni contra el estudio de los clásicos, esta es una afirmación de la emoción poética, de la emoción estética, sin ellas el creador esta perdido, el creador debe prepararse para estar listo a la hora de la emoción, debe prepararse en la vida, debe prepararse en la vivencia, en el cultivo de sus emociones, en la integridad de su personalidad, en la búsqueda de su propio canto y para eso debe saber cantar a sus hermanos de sangre que son todos los poetas de todas lenguas y latitudes.

No. No es cierto señores mercaderes de la crónica, del chisme, de la chismografía y el sospechosismo; no, no soy enemigo de la ciudad de Mérida, la de Yucatán, amo a esta que es mi ciudad, pero mi amor no es un amor cínico o hipócrita, es un amor plagado de amor, por eso he dicho las verdades de la ciudad y siempre las he dicho con voz elevada y fuerte, nunca a escondidas, las he dicho en la plaza, fuerte y claro.

Si, si es cierto soy culpable de no estar de acuerdo con la estatua de los Montejo ubicada en el remate del paseo de Montejo, si, es cierto no estoy de acuerdo con ella, por que esta ciudad no solo la fundaron los Montejo, también la fundaron los Pech, los Xiu y otros líderes mayas junto con los españoles, hay que hacer un monumento a los fundadores pero a todos ellos.

Temas inevitables están en el teclado, antes se decida el tintero, háganme ustedes el bendito favor, y mientras en la pantalla palpita el cursor de mi lap y leo en en el Feís las últimas notas, debo apurar este discurso, pero siempre he sido de atención dispersa, y recuerdo esto:

“Fuimos al matadero en un barranco

en tierra extraña y como era justo

erigió nuestras tumbas el estado

porque al partir al frente

le obsequiamos el tributo

de nuestra juventud irrecuperable”

José Emilio Pacheco.

Soy también culpable le de creer en el amor, mis tres hijos dan testimonio de ello, ahora que esta de moda sacar cuentas y concluir que es mal negocio tener hijos, es todavía más loable e increíble que con todo y las crisis se hayan podido educar, en la Universidad Pública, mis tres hijos, bueno salvo el más joven que estudia en la modelo. Esa Universidad cuyo presupuesto ha sido ostenido mal que bien con los recursos del Petroleo, por eso es un suicidio nacional tratar de privatizarlo y además por la puerta de atrás, fingiendo que no se privatiza cuando se propone entregar la riqueza nacional a los extranjeros.

Y por que creo en el amor sueño con un país y con un Estado de Yucatán en el que le gente no tenga que ocultar sus amores, ni tenga que ampararse para poder contraer matrimonio, sin importar su sexo, o sus preferencias sexuales, el amor es de todos y para todos, de todas y para todas.

Oda al aire

Andando en un camino
Encontré al aire,
lo salude y le dije
con respeto:
“me alegro
de que por alguna vez
dejes tu transparencia
así hablamos”
El inalcanzable,
bailo, movió las hojas,
sacudió con su risa
el polvo de mis suelas,
y levantando toda
su azul arboladura,
su esqueleto de vidrio
sus parpados de brisa,
inmóvil como un mástil
se mantuvo escuchándome.
Yo le bese su capa
de rey del cielo,
me envolví en su bandera
de seda celestial
y le dije:
monarca o camarada,
hilo, corola o ave,
no se quien eres, pero
una cosa te pido,
no te vendas.
El agua se vendió
y de las cañerías
en el desierto
he visto
terminarse las gotas
y el mundo pobre, el pueblo
caminar con su sed
tambaleando en la arena.
Ví la luz de la noche
racionada,
la gran luz en la casa
de los ricos.
Todo es aurora en los
nuevos jardines suspendidos,
todo es oscuridad
en la terrible
sombra del callejón.
De allí la noche,
madre madrastra,
sale
con un puñal en medio
de sus ojos de búho,
y grito, un crimen,
se levantan y apagan
tragados por la sombra.
No, aire,
no te vendas,
q no te canalicen,
q no te entuben,
q no te encajen
ni te compriman,
q no te hagan tabletas,
q no te metan en una botella,
Cuidado!
llámame cuando me necesites,
yo soy el poeta hijo
de pobres, padre, tío,
primo, hermano carnal
y concuñado
de los pobres, de todos,
de mi patria y las otras,
de los pobres q viven junto al rió,
y de los q en la altura
de la vertical cordillera
pican piedra,
clavan tablas,
cosen ropa,
cortan leña,
muelen tierra,
y por eso
yo quiero q respiren,
tu eres lo único q tienen,
por eso eres transparente,
para q vean
lo q vendrá mañana,
por eso existes,
aire,
déjate respirar,
no te encadenes,
no te fíes de nadie
q venga en automóvil
a examinarte,
déjalos,
ríete de ellos,
vuélales el sombrero,
no aceptes
sus proposiciones,
vamos juntos
bailando por el mundo,
derribando las flores
del manzano,
entrando en las ventanas,
silbando juntos,
silbando
melodías
de ayer y de mañana,
ya vendrá un día
en q libertaremos
la luz y el agua,
la tierra, el hombre,
y todo para todos
será, como tú eres.
Por eso, ahora,
cuidado!
y ven conmigo,
nos queda mucho
q bailar y cantar,
vamos
a lo largo del mar,
a lo alto de los montes,
vamos
donde este floreciendo
la nueva primavera
y en un golpe de viento
y canto
repartamos las flores,
el aroma, los frutos,
el aire
de mañana.

Mérida a 19 de agosto del año de 2013

Oscar Sauri Bazán.