jueves, 3 de octubre de 2013

octubre 03, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 3 de septiembre.- El Hospital Psiquiátrico de Yucatán -en donde semanas atrás se detectó un brote de Influenza A1N1 que lo mantuvo en cuarentena- fue objeto de una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por secuestro y privación ilegal de la libertad de un paciente y ante la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos en el Estado (CODHEY) en la que se involucra al Secretario de Salud, Jorge Mendoza Mézquita, y el titular de ese hospital, Primo Feliciano Reyes Campos.

Foto: JMRM / Archivo

El señor Raúl Rodríguez Esquivel, apoyado por un despacho, denunció que fue recluido sin expediente psiquiátrico de por medio ni orden alguna durante 50 días en ese hospital en donde hay poco mas de 600 personas, por lo que acusó directamente al titular del sector salud, Mendoza Mézquita, y al director del nosocomio, Reyes Campos.


La CODHEY también ya inició una investigación por la violación a los derechos humanos del citado ciudadano quien comprobó que no tiene ningún problema psiquiátrico.

Asimismo, denunció ante la Fiscalía General del Estado secuestro o privación ilegal de su libertad y demandó una amplia investigación de parte del gobierno del Estado.

No es la primera denuncia contra Reyes Campos, a quien el personal del hospital Psiquiátrico denuncia vía su sindicato del sector salud por hostigamiento, presiones y malos tratos. También se involucraron a Karina Márquez Dogre y Karla Casares Ortega, subdirectora médica y directora adjunta respectivamente.

De acuerdo a trabajadores del lugar, el brote de Influenza A1N1 que mantuvo en cuarentena al personal y enfermos semanas atrás, fue consecuencia del descuido del director porque el personal trabaja sin medios suficientes de protección y el lugar no tiene el mínimo de recursos para mantenerse en higiénicas condiciones.

Mendoza Mézquita en visita al nosocomio acusó a los trabajadores de armar un "complot" en contra de Reyes Campos y los amenazó con despidos y sanciones.

Otra de las quejas es que ambos directivos interrogan y amenazan al personal con despedirlos y si se presentan informes sobre lo que pasa en ese nosocomio. (Con información de Yazmín Rodríguez Galas para El Universal)

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