MÉXICO, 14 de octubre.- Las reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales, propuestas por el Ejecutivo federal, implicarán la eliminación de las reservas existentes en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en materia energética, destacó el embajador Jorge Eduardo Navarrete López durante los foros alternos impulsados por la bancada del PRD en el Senado.
De aprobarse la reforma energética planteada por el presidente Enrique Peña Nieto y el PRI, advirtió el diplomático, automáticamente se anularía la cláusula del TLCAN que excluye la extracción y producción petrolera.
“Al Congreso se le pide aprobar una carta blanca, una reforma constitucional que no podrá instrumentarse sin una legislación secundaria, de la que sólo se conoce un esbozo incompleto”, alertó Navarrete López.
En su turno, el economista Jorge Calderón afirmó que la privatización energética no abonará en menos costos para los consumidores, ni generará energías más limpias, sustentables y mejores tecnologías como lo ha argumentado el gobierno federal en su campaña mediática.
“Privatizar ha significado, en muchos casos, incrementar costos a los consumidores mexicanos”, sentenció Calderón.
La diputada federal Loretta Ahlf afirmó que se perderá la propiedad sobre el petróleo de manera irreversible. El Estado mexicano, abundó, “será tratado como un particular, es decir, una demanda en la que estaría en el mismo nivel de las empresas que invertirán en México”.
El exsenador Pablo Gómez advirtió que la figura de los contratos de utilidad compartida, propuestas por el gobierno de Peña Nieto, podría derivar en más conflictos y “en esquemas de corrupción”, ya que “traslada dominio a compañías que carecen de otro interés distinto al de realizar la mayor tasa de ganancia posible”.
“El daño tecnológico que se le puede hacer al país con la política de contratos es aún mayor que el daño económico directo”, sostuvo el exdiputado federal del PRD. (Jenaro Villamil para Proceso)
0 comentarios:
Publicar un comentario