domingo, 8 de septiembre de 2013

septiembre 08, 2013
CIUDAD DEL VATICANO, 8 de septiembre.- El papa Francisco encabezó ayer una Vigilia Mundial por la Paz, durante la cual, ante decenas de miles de personas, realizó un apasionado llamado para evitar que se extienda el conflicto en Siria, instando a los líderes mundiales a sacar a la humanidad de una “espiral de pena y muerte”.

Pero el presidente estadounidense Barack Obama mantuvo la presión a los legisladores de su país pata que aprueben una “intervención limitada” en el país árabe, diciendo que “no podemos hacer de la vista gorda a imágenes como las que hemos visto salir de Siria”, aludiendo al supuesto ataque con armas químicas perpetrado el 21 de agosto cerca de Damasco.

 Niños sirios muertos en el ataque químico del 21 de agosto. (thesun.com.uk)




De hecho, la cadena CNN entregó al Comité de Inteligencia del Senado estadounidense 13 videos que consiguió sobre el presunto ataque con gas sarín que mató a unas mil 400 personas ese día. “Los videos captan momentos de pánico, en los que quienes quedaron en pie tratan de suministrar agua a los que se ven incapacitados. Repitiendo súplicas”, describió CNN. El material fue mostrado a los senadores a puerta cerrada, pero se han filtrado algunas imágenes a la prensa.

Sin embargo, en El Vaticano, el papa Francisco insistió en que una acción militar no ayudará en nada a solucionar el problema sirio. “La guerra siempre significa el fracaso de la paz. Es siempre una derrota de la humanidad”, subrayó ante alrededor de 100 mil personas que asistieron a la vigilia en la Plaza de San Pedro, según el Vaticano, lo que la convierte en una de las más multitudinarias en Occidente en rechazo a la operación bélica de EU.

“La violencia y la guerra sólo llevan a la muerte”, dijo el Sumo Pontífice durante la vigilia de casi cinco horas. “La violencia y la guerra no son el camino de la paz. El perdón, el diálogo y la reconciliación son las palabras de la paz en la amada nación siria, en Medio Oriente y en todo el mundo”, añadió. Actos similares de cristianos, musulmanes y judíos, entre otros, tuvieron lugar en todo el mundo, tras la convocatoria que lanzó el Papa el domingo pasado.

En Estados Unidos, Obama aseguró en su mensaje sabatino que el empleo de gas sarín en Siria, principalmente a niños, “no fue solamente un ataque directo contra la dignidad humana; es una seria amenaza contra nuestra seguridad nacional” y llamó al Congreso a actuar “de manera conjunta, debatir este asunto y votar para autorizar el uso de la fuerza”.

Reiteró que se trataría de un ataque limitado. “No estamos hablando de una intervención abierta; esto no será otro Irak ni Afganistán; no habrá ningún soldado nuestro en el terreno” sirio.

Afuera de la Casa Blanca, cerca de un centenar de personas expresaron su rechazo a una intervención, diciendo que la “guerra no es inevitable”. También hubo marchas en Nueva York.

El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, se reunió en Vilna, Lituania, con los ministros de Exteriores de los 28 países miembros de la Unión Europea (UE), a quienes reiteró que “la ausencia de acción supone un riesgo más importante que la misma intervención”. Sin embargo, no logró el respaldo esperado, pues si bien los ministros emitieron una declaración común en la que pidieron una “fuerte respuesta” al ataque con armas químicas en Siria, y consideraron que hay “fuertes indicios” de que el régimen de Bashar al-Assad fue el responsable, no respaldaron explícitamente una acción militar.

Los ministros pidieron esperar el informe de los expertos de la ONU antes de tomar cualquier decisión. Y aunque el canciller galo, Laurent Fabius, aseguró que “Francia y EU están juntos”, el presidente francés Francois Hollande dijo que se dirigirá a los franceses para explicar su decisión una vez que se presente el informe de los inspectores de la ONU, probablemente a fines de esta semana. (El Universal)

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