martes, 24 de septiembre de 2013

septiembre 24, 2013
ROMA, 24 de septiembre.- A sus casi 77 años y con dos separaciones a las espaldas, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi confiesa que su actual novia, Francesca Pascale, de 28 años, le ha devuelto las ganas de creer en el «amor sincero» de las mujeres.

El líder del centroderecha político en Italia protagoniza la portada del próximo número de la edición italiana de la revista «Vanity Fair» junto a Pascale, quien ofrece el titular de una extensa entrevista que supone toda una declaración de intenciones: «Yo me casaré con él».

«En todas las situaciones más dolorosas de los últimos años, Francesca ha sabido estar cerca de mí. Me ha regalado alegría, sin pedir nada a cambio. Me ha devuelto las ganas de creer en el amor sincero de una mujer», afirma Berlusconi, en un adelanto de la entrevista difundido hoy por la publicación.

El ex primer ministro italiano afirma que su actual novia, 49 años menor que él, le devolvió la confianza en las mujeres.

Las imágenes de ambos, una de las pocas ocasiones en las que Berlusconi ha posado con una pareja para una revista, fueron tomadas en la residencia del ex primer ministro en Arcore, próxima a Milán (norte de Italia), uno de los lugares donde acostumbraba a ofrecer las fiestas privadas que tanta polémica generaron.


En la entrevista, Pascale explica cómo fue ella la que, cuando aún era menor de edad, decidió que tenía que llegar hasta «Il Cavaliere» y cómo logró el primer contacto con él cuando se hizo militante del partido político que Berlusconi quiere ahora relanzar, la conservadora Forza Italia.

«Enseguida le pregunté si podía dejarle el número de teléfono. Le pedí también el suyo. Él me dijo: 'Eres despiadada'. Era el 5 de octubre de 2006», recuerda la joven, quien relata que esperó a declararse porque él estaba casado entonces con Verónica Lario, su segunda esposa, aunque eso no hizo que se disipara su amor por él.

Y a pesar de que sus padres no veían con buenos ojos sus sentimientos -su madre le dijo que ellos también le admiraban, pero que podía ser su padre- ella finalmente dio el paso de declararse, una vez separado y poco después de que un desequilibrado le lanzara una estatuilla en Milán en diciembre de 2009.

«Él me dijo: 'Ni hablar, eres demasiado joven, no puedo darte el futuro que mereces'», asegura Pascale que le contestó Berlusconi, condenado en primera instancia el pasado junio a 7 años de prisión e inhabilitación de por vida por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores en el caso Ruby.

Pascale, cuya presencia como novia de Berlusconi no trascendió a la escena pública italiana hasta el año pasado, narra que no se rindió y siguió a su lado, incluso con el caso Ruby, hasta que llegó la Navidad de 2011, cuando ambos se comprometieron.

«Las mujeres se le echaban encima»

«Las mujeres se le echaban encima... Era el periodo de la desilusión, de la incapacidad de sentir amor verdadero por una mujer... A sus ojos era una ilusa, una soñadora. No fue fácil para mí. Y a esas cenas (las que dieron origen al caso Ruby) no iba porque no habría conseguido controlarme», afirma.

«Antes me limitaba a estar cerca de él, a compartirlo, a aguantar carros y carretas, pero mi amor me ha llevado a la exclusividad y a la felicidad de hoy», añade.

Sobre la posibilidad de convertirse en la tercera esposa del empresario multimillonario una vez que sea definitivo su segundo divorcio, Pascale contesta: «Lo he buscado, lo he cortejado, le he hecho enamorarse y le he hecho comprometerse. Prácticamente lo he hecho y lo hago todo yo: él solo tiene que decir 'sí'». (ABC)

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