sábado, 28 de septiembre de 2013

septiembre 28, 2013
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de septiembre.- Desestigmatizar la prueba de VIH, hacerla universal, garantizar que los programas estatales compren las pruebas rápidas, universalizar la prueba de detección de VIH, debatir sobre el consentimiento informado y evaluar y flexibilizar los métodos actuales de preconsejería, fueron las necesidades identificadas por los participantes en el taller regional "Tratamiento como prevención: una estrategia efectiva para detener la epidemia de VIH/sida en México".


La iniciativa busca cambiar el rumbo de la respuesta contra el virus en el país y al respecto, Alejandro Brito, director general de Letra S, organización promotora del encuentro, señaló que estos ejercicios de discusión son necesarios porque “tenemos que ver las maneras de romper las complacencias en las que hemos caído en la lucha contra el sida e implementar nuevas acciones”. 

Por esta razón, consideró indispensable dejar de pensar que lo establecido hace 32 años es lo que se debe hacer, por el contrario, se tiene que evaluar su funcionamiento, como en el caso de la preconsejería, un proceso que está en modificación porque se ha visto su efectividad, pero también la necesidad de flexibilizarla o hacerla opcional para que no obstaculice la detección y el inicio del tratamiento. 

Caso similar, agregó, es el del consentimiento informado para la aplicación de una prueba rápida, “debemos preguntarnos qué tanto es una herramienta útil y protege los derechos humanos o si se convierte en un requisito burocrático y sólo se debe garantizar la voluntariedad y la confidencialidad de la prueba”. 

El tratamiento como prevención 

“Había el enfoque de prevención mediante el cambio de  comportamiento de las personas, el fomento del uso del condón, la erradicación del estigma, la mejora de las condiciones sociales, y la impartición de educación, el cual era muy diferente al concepto biológico de prevención con terapias antirretrovirales”, explicó Juan Sierra Madero, del Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán”. 

Sin embargo, comentó que a pesar de que hoy en día se habla de antirretrovirales para prevenir nuevas infecciones, no se debe hacer esa separación “artificial” de métodos de prevención, por lo contrario, se debe ver esta nueva opción como un complemento a las estrategias y herramientas que ya se tienen. 

Para el infectólogo, continuar con los esfuerzos de prevención “tradicionales” es indispensable para el éxito de cualquier otra estrategia, aunque no hayan tenido la eficacia esperada deseada debido a que surgieron nuevas infecciones a lo largo de los años, las cuales, recalcó, llegaron a las personas VIH negativas por conducto de una persona seropositiva. 

Por esta razón, mencionó, al hablar de terapia antirretroviral para prevenir nuevas infecciones, no sólo hay que pensar en tratamiento pre exposición en personas seronegativas, sobre todo aquellas que tienen prácticas de riesgo, las cuales se repiten a pesar de el uso de múltiples estrategias para evitar su repetición. 

Así, dijo, surge la opción de focalizar la respuesta en las terapias que pueden transmitir el virus, quienes deben tomar el medicamento para conservar su estado de salud y como recientemente se ha demostrado, tiene un efecto para prevenir la transmisión, que sólo ocurre por una persona con VIH que tiene una carga viral alta, que mediante los antirretrovirales disminuye hasta indetectable. 

Los primeros indicios de este intervención exitosa se dieron con la trasmisión materno-infantil, donde se logró reducir el riesgo al mínimo,  y luego en algunos estudios de parejas serodiscordantes de distinto género, señaló y reconoció que aún falta evidencia en hombres que tienen sexo con hombres” pero todo apunta a que la eficacia debe ser similar”. 

El especialista indicó que cabe recordar que en México, cifras oficiales indican que 50 por ciento de las personas con VIH no lo saben, por lo que probablemente las nuevas infecciones provengan de este tipo de personas. 

Sobre la situación, Andrea González, directora del Programa de VIH de la Ciudad de México, comentó que la detección temprana, la reducción del tiempo de espera para que una persona pueda ser incorporada al servicio médico, un acompañamiento adecuado, la realización de una prueba de CD4 en lugar de una confirmatoria al momento de obtener resultado positivo en la prueba rápida y trabajar en poblaciones con baja prevalencia son parte de las claves para contrarrestar realidades como que la mortalidad está concentrada en personas que no han sido detectadas o que no toman medicamento a pesar de necesitarlo o que la mitad de las personas que llegan a hospitalización por VIH nunca se había hecho una prueba de VIH. 

En el taller regional "Tratamiento como prevención: una estrategia efectiva para detener la epidemia de VIH/sida en México" participaron miembros de organizaciones de la sociedad civil y funcionarios de Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Sonora, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Colima, Sinaloa, Durango y Baja California. (Leonardo Bastida Aguiar para NotieSe)

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