sábado, 21 de septiembre de 2013

septiembre 21, 2013
MADRID, 20 de septiembre.- Sobre las dos de la tarde, Zarzuela convocó ayer a los medios de comunicación para anunciar que el Rey ha sufrido un retroceso en su recuperación: será nuevamente intervenido de la cadera izquierda. Ante 65 medios y 110 periodistas, el jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, comenzó la rueda de prensa acompañado por el médico que se encargará de la intervención, el doctor Miguel Cabanela, el jefe del servicio médico de la Casa, Miguel Fernández Tapia y el traumatólogo Ángel Villamor.


El jefe del Servicio Médico de la Casa, Miguel Fernández-Tapia (i); el traumatólogo Ángel Villamor (d); jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno (2d), y el experto en Cirugía Reconstructiva de la estadounidense Clínica Mayo, Miguel Cabanela (2i).
Este periódico ya avanzó que la evolución del Monarca había sufrido un parón que se originó a principios de este mes, concretamente el día en que el Rey acudió al estadio Santiago Bernabéu por el homenaje en honor del ex capitán del Real Madrid. Un dolor en la pierna y en la cadera izquierda por los que, tras un análisis intensivo por parte del doctor Villamor y de Fernández Tapia, se ha detectado una infección en la cadera izquierda del Jefe de Estado. Ante el diagnóstico, Spottorno explicó que la Institución decidió contactar con el doctor Cabanela, jefe de cirugía reconstructora de la clínica Mayo de Rochester en EE UU, quien fue presentado por Spottorno como un gallego «número uno». El cirujano viajó a Madrid quien, tras las pruebas exploratorias, ha considerado que la mejor solución es cambiarle la prótesis de la cadera izquierda.

La operación se llevará a cabo esta semana, en Madrid, si bien no se concretó el día en la convocatoria de prensa. El cirujano explicó que esta infección en la prótesis de cadera es un «contratiempo» que sólo ocurre en el 1 ó 2 por ciento de los casos, y que analizar las causas de la misma sería pura «especulación». El doctor baraja dos tiempos en la intervención. En caso de que todo se hiciese en un tiempo, es decir, que sólo hubiera una operación, se realizaría todo el proceso de recambio de la prótesis, mientras que si es en dos tiempos, algo que no se sabrá hasta el momento de realizar la primera intervención –influyen numerosos factores como las condiciones del tejido, el estudio microscópico o el estado general del paciente– se retiraría la prótesis actual en la primera operación para colocar una temporal recubierta de antibióticos, que se sustituiría por la definitiva en una segunda intervención. Al no saber por el momento el procedimiento que se seguirá según el estado del Rey, Cabanela estimó en un amplio abanico de ocho semanas y seis meses el tiempo de recuperación. El periodo máximo de hospitalización será de una semana, y el cirujano se aventuró a estimar en un 94% las posibilidades de éxito. Después de la intervención, Don Juan Carlos necesitará tratamientos intravenosos, pero, a pesar de no poder recobrar la agenda pública hasta que cumpla con la rehabilitación, el médico especificó que no está inhabilitado, lo que significa que podrá desarrollar actividades «relativamente restrigindas» dentro del Palacio de la Zarzuela, e incluso fuera de él.

Spottorno aseguró que el Gobierno ha estado en todo momento al tanto del estado del Rey y de los pasos que se han dado respecto a su salud. Una operación que será costeada con parte del presupuesto que las Cortes Generales disponen para la Institución en concepto de dotación y gastos de representación. El jefe de la Casa Real admitió que se llegó a plantear la posibilidad de que Don Juan Carlos fuera operado en Estados Unidos, pero se descartó la opción ya que las «condiciones médicas de España y sus hospitales son ampliamente suficientes para afrontar una operación de estas características».

Respecto a cómo afronta el Rey esta intervención, tanto Cabanela como Fernández Tapia aseguraron que es un hombre «vigoroso que está muy bien para su edad», y que si este «paso atrás» desanima a cualquiera , el estado anímico del Rey es «muy bueno dadas las circunstancias», por lo que ha decidido «atajar cuanto antes el problema». Por su parte, Spottorno informó que la Reina y el Príncipe de Asturias han vivido la situación con la «natural preocupación cuando se ha sabido que había una infección». A pesar de lo que se encuentran con la esperanza de la salida «de este pequeño túnel». Para ellos, la operación significa «un pequeño alivio». (La Razón España)

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