viernes, 13 de septiembre de 2013

septiembre 13, 2013
MÉXICO, 13 de septiembre.- El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, entregó 10 millones de dólares a cabilderos mexicanos para que se incluyera un impuesto de un peso por cada litro de refresco que se consuma en este país.


“El señor Bloomberg ofreció incentivos por 10 millones de dólares a los promotores de la iniciativa para cobrar un impuesto a los refrescos en México”, acusó Emilio Herrera Arce, director general de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC).

“Los invito a que revisen la página de la Fundación Bloomberg y podrán ver el nivel de incentivos que puso para sacar adelante la iniciativa. Ustedes sabrán sí habrá intereses”, dijo Herrera Arce.

Tal como señaló el industrial mexicano, la página del alcalde de Nueva York indica que a través del programa de prevención contra la obesidad de Bloomberg Philanthropies, se comprometió a entregar 10 millones de dólares en un periodo de tres años, para apoyar las políticas de salud pública que están enfocadas a reducir la obesidad en México.

En ese sentido, destaca estar detrás de la campaña publicitaria firmada por la organización El poder del consumidor y el Instituto Nacional de Salud Pública, así como de las acciones de cabildeo de Polithink.

Polithink, que se ubica en la calle de Cuautla, en la colonia Condesa, presume entre sus casos de éxito el movimiento anti-tabaco, la prohibición de bolsas de plástico en el DF, la regulación de la comida chatarra en las escuelas y el movimiento en defensa de los animales.

Bloomberg está detrás de la campaña que se lanzó en el Metro de la Ciudad de México, esos carteles que preguntan: ¿Cuánto contribuyó la publ8icidad de refrescos?, acompañando la foto de un hombre mutilado en silla de ruedas. O el que cuestiona: ¿Te comerías 12 cucharadas de azúcar? ¿Por qué tomas refresco?

Dicen que su palabra se ha esparcido en los medios, presumen al menos 800 notas de prensa en contra de los refrescos desde que iniciaron su campaña.

Recuerdan que en junio de 2013 el presidente de México, Enrique Peña Nieto, instruyó a la Secretaría de Salud un plan para la prevención de la obesidad. Esto lo anuncia como un resultado exitoso de sus estrategias en países de ingresos bajos y medios.

La reforma hacendaria presentada el domingo 8 de septiembre por Peña Nieto propone crear impuestos que desalienten el consumo de bienes nocivos para la salud, entre los que incluye los refrescos y bebidas azucaradas.

El gobierno proyecta incrementará los ingresos públicos, con una recaudación de 12 mil millones de pesos, gracias a cada peso que cobrará por litro de refresco.

Con recursos extranjeros

“Un impuesto a las bebidas azucaradas no ayudará a combatir la obesidad y gente extranjera desinforma al presidente, Enrique Peña Nieto y al secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso”, manifestó Juan Cortina Gallardo, presidente nacional de la Cámara Azucarera y Alcoholera.

Cortina Gallardo acusó también a la senadora del PAN, Marcela Torres y al senador del PRD, Mario Delgado, de “atizar las aguas usando recursos económicos extranjeros”, para dañar la industria que él representa.

“Con un impuesto populista no se arreglará el problema de la obesidad en el país”, manifestó el dirigente empresarial que apoyó la campaña presidencia de Enrique Peña Nieto a través de Consejo Consultivo Empresarial para el Crecimiento Económico y el Empleo instalado el 23 de abril de 2012.

Bloomberg mantiene en Estados Unidos un gran pleito contra la industria de las bebidas azucaradas, especialmente contra Coca Cola y Pepsi.

El Departamento de Salud de la Gran Manzana ha creado un importante programa contra la obesidad que busca disminuir el consumo de refrescos y otros productos, incluyendo las bebidas deportivas, tés y bebidas energizantes.

La fundación del alcalde, Bloomberg Philanthropies, y el gobierno municipal difunde, mediante una millonaria campaña, anuncios en los medios de comunicación locales contra estos productos.

La presión ha sido tan fuerte que Coca-Cola y PepsiCo demandaron al Departamento de Salud de Nueva York por las pérdidas registradas por este programa de salud pública contra la obesidad.

El consumo de bebidas azucaradas ha disminuido de manera importante desde el inicio de la campaña organizada por la administración de Michael Bloomberg, pues de acuerdo con una encuesta realizada por el gobierno municipal, un 30% de los adultos afirmaron en 2011 que tomaban esas bebidas, contra 36% en 2007.

“Gracias al presidente mexicano Enrique Peña Nieto por tomar acciones sobre la epidemia de obesidad y por apoyar un nuevo impuesto sobre las bebidas azucaradas”, le escribió este martes Bloomberg al mandatario vía Twitter.

“Agradezco el reconocimiento a la importante agenda de reformas que encabezamos en México, @mikebloomberg. Espero pronto saludarlo en NY”, le respondió el mexicano.

 Inquieta respuesta 

“Sigo en Twitter al presidente de la República y me llamó mucho la atención una respuesta a Michael Bloomberg, la cual puede ser una cortesía, pero preocupa”, declaró Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros.

“Quiero quedarme con la idea y confió en que la respuesta dada por las autoridades sea de cortesía parlamentaria y para ejecutivos, y no otra cosa”, agregó el líder cañero.

“El impuesto va a traer serios problemas a toda la cadena y tendrá afectaciones a los empresarios, que estamos invirtiendo productivamente y en beneficio de México”, dijo Fernando Ponce García, presidente ANPRAC.

“Una de la solicitudes para Luis Videgaray, secretario de Hacienda, es que nos reciba y escuche nuestros puntos de vista, porque habrá una fuerte afectación a la cadena de valor”.

Por ejemplo, la industria revisará sus inversiones anuales por mil 500 millones de dólares al año, en caso de que se apruebe el gravamen a los refrescos y otras bebidas carbonatadas, aseguró Ponce García.

“Con la caída de 20% en las ventas de refrescos ya no habrá motivos para seguir invirtiendo en México y se dejará de invertir más de 20% en 2014”, afirmó Emilio Herrera Arce.

“Por lo cual, rechazamos el impuesto a las bebidas azucaradas, no hay una razón para poner el impuesto, porque en esencia afecta al consumidor”, expresó director general de la ANPRAC.

“Se habla mucho de que es un impuesto para afectar a la industria refresquera, pero en realidad lo pagarán los consumidores de bebidas refrescantes”, dijo. (Enrique Hernández y Pierre-Marc René para 24 Horas)