domingo, 29 de septiembre de 2013

septiembre 29, 2013
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre.- El monumento "El Caballito" en la plaza Tolsá registra daños “irremediables en un 35% de su estructura”, luego de que un equipo de trabajadores del Fideicomiso del Centro Histórico del Gobierno del Distrito Federal emprendiera “la limpieza” del monumento erigido a la figura del rey Carlos IV, de España.

Fotos: Héctor Pineda y Omar Escamilla

Al respecto, César Moheno, secretario técnico del INAH afirmó que la intervención fue “totalmente inadecuada, ya que se utilizó un método agresivo: la aplicación de ácido nítrico, que elimina la pátina que por siglos protegió la escultura, de acuerdo con la evaluación realizada por especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía”.

Los especialistas señalaron en su informe que hubo una reacción en la alineación del bronce y por eso el daño que se percibe en la escultura es del 35 por ciento.

A través de un comunicado, el INAH informó que el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México del GDF ingresó ante la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto, una solicitud para intervenir la plaza donde se encuentra la escultura, frente al Museo Nacional de Arte y el Palacio de Minería, en el Centro Histórico.

La intervención consistiría en el mejoramiento de pavimento y mobiliario urbano. El INAH otorgó autorización para esos trabajos.

El 20 de septiembre de 2013 la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos confirmó que no hay documento que avale o autorice la intervención de la escultura ecuestre. Hasta hace unas horas se recibió una solicitud al respecto y de inmediato se le informó al Fideicomiso que el expediente está aún incompleto y se le explicó las características que tiene que cumplir.

El 20 de septiembre de 2013 se comisionó a un restaurador de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH para realizar una visita al sitio y detener la obra, inicialmente por la falta de permiso, y también para revisar los tratamientos realizados hasta ese momento.

“El INAH conjuntó a un grupo de restauradores especializados en restauración de metales para estudiar la forma de revertir las afectaciones a la pátina de la escultura”, dice el comunicado. (Aristegui Noticias con información del INAH y Milenio)

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