miércoles, 11 de septiembre de 2013

septiembre 11, 2013
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 11-IX-13

No todos los maestros son iguales. Casi todos están dando clases y son víctimas de un sistema que los ha despreciado.

Una minoría que se da mucho a notar es la que se ha sumado a los paros y bloqueos hasta ahora. Entre ellos tampoco son iguales: dentro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación no todas las corrientes piensan y actúan de la misma manera.

Así pues, el análisis se ha enfocado en exhibir a quienes ramplonamente desquician la capital del país para cuidar su plaza, para evitar ser evaluados, para seguir cobrando sin trabajar, para hacer de la escuela un cómodo trampolín político y de sus niños un blindaje de impunidad.

Pero no todos son así. Existe dentro de la CNTE un grupo nutrido de idealistas cuya visión del mundo es dramáticamente distinta a la de los hacedores de las políticas públicas educativas. Sus valores y referencias de qué es bueno y qué es malo chocan. Por eso la negociación entre ambas partes es complicada, irresoluble.

Para este grupo de la CNTE...

Una laptop no es una puerta a la competitividad. Es la oscura ruta para restarnos humanismo a cambio de robotización.

Aprender inglés no es una ventana para obtener un mejor salario. Es una rendición ante el imperio.

Pasar un examen no es un mecanismo que garantiza la eficacia de la adquisición de conocimientos, sino el triunfo de la estandarización promovida por el capitalismo. Familiarizarse con internet no es impulsarse hacia el futuro, sino dejarse sepultar por la globalización.

La narrativa de que la reforma mejorará el resultado de los alumnos y éstos podrán convertirse en trabajadores mejor calificados que no sean condenados al desempleo ni a la delincuencia, sino que atraigan empresas a sus regiones que ofrezcan puestos que les permitan un salario que los saque de pobres, y se genere un círculo virtuoso de modernidad con más carreteras y menos aislamiento, más telecomunicaciones y menos olvido, más parques industriales y menos desigualdad, es una narrativa que no sólo no les incentiva, sino que les resulta indeseable.

Ellos no consideran a la educación como una vía por la cual los niños deben adquirir las herramientas que les permitan de grandes obtener un buen empleo y mejorar sus condiciones de vida, sino un espacio en el cual las nuevas generaciones deben ser impregnadas de una cosmovisión que les permita mantener la lucha contra los modelos impuestos por el consenso internacional que se alejan de raíces y tradiciones.

Las mesas de negociación entre los neoliberales del gobierno y los maoístas de la CNTE son, como lo expuso mucho más a lo grande Samuel P. Huntington, un choque de civilizaciones (The Clash of Civilizations). Por eso habrá maestros de la CNTE para rato.

SACIAMORBOS

Por precaución ante la CNTE, los jefes nacional y capitalino cancelaron un acto juntos. Iban a presentar hoy un programa para llevar a 20 mil estudiantes comidas calientes diseñadas por los chefs del Biko, Pujol y Rosetta. ¿El postre? Chocolatitos de Que Bo.