sábado, 21 de septiembre de 2013

septiembre 21, 2013
Las cirugías estéticas borran lo indeseado, lo sobrante, lo feo. Y con el paso de los días, semanas, borra también sus propias huellas. ¿Qué es lo que está “fuera de la norma” para decidir entrar a un quirófano por una razón estética?

Corea del Sur tiene el triste honor de ser el país con la tasa per cápita más alta del mundo en cirugía plástica cosmética. Es que mientras los hombres son juzgados por su balance financiero, el “valor” de las mujeres es medido por su belleza física.


Una fotógrafa puso en primer plano los moretones y las cicatrices que deja el bisturí en pleno proceso de recuperación para mostrar el doloroso precio de la perfección. La serie de la artista Ji Yeo se llama “Recovery Room Beauty” y cuestiona que la cirugía estética sea considerada un paso significativo en el proceso de superación personal.



“Corea se convirtió en una sociedad orientada a la belleza donde las personas son juzgadas más por su apariencia que por su carácter. Las mujeres coreanas, a menudo caen en la trampa de tratar de vivir de acuerdo con el ideal encarnado en los medios de comunicación. La combinación de estos factores incrementó dramáticamente la floreciente industria de la cirugía plástica mientras crea otro conjunto de ‘normas’ para que adhieran las mujeres”, explica la fotógrafa en su sitio web. (entremujeres.com)

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