sábado, 10 de agosto de 2013

agosto 10, 2013
MADRID, 10 de agosto.- Durante dos días, la ciudad de San Antonio, Texas, ha acogido la 131ª convención de los Caballeros de Colón, una organización fundada a finales del siglo XIX y que actualmente cuenta con casi dos millones de miembros. Su apoyo a la labor evangelizadora de la Iglesia es constante. Prueba de ello es que en la reciente Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, patrocinaron la catequesis celebradas para los peregrinos de habla inglesa.

El Papa quiso hacerse presente en el encuentro a través de un mensaje firmado por el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, en el que subrayó el «claro testimonio público ofrecido por los Caballeros de Colón para proteger el derecho y el deber de los creyentes de participar de forma responsable, sobre la base de sus convicciones más profundas, en la vida de la sociedad». En el texto, Francisco comparte su deseo de que cada uno de los caballeros que forman parte de la entidad logren, a través de la «oración personal, la catequesis y las obras de caridad», encender la «luz de la fe que amplía nuestros horizontes, abre nuestros corazones al amor y guía nuestros pasos como individuos, familias y naciones a lo largo del camino de la esperanza a la cual Dios continuamente nos guía a nosotros y a toda la historia de la humanidad», defiende.




Para conseguir este reto, el Santo Padre repasó cuáles deben ser algunos de los retos a asumir por parte de los laicos dentro de la Iglesia: «Testimoniar la naturaleza auténtica del matrimonio y de la familia, la santidad y la dignidad inviolable de la vida humana, la belleza y la verdad de la sexualidad humana». Así, el Papa, preocupado por un mundo y una sociedad que cambia a gran velocidad, subrayó que «la protección de los dones de Dios no puede no incluir la afirmación y la defensa del gran patrimonio de verdad moral enseñada por el Evangelio y confirmada por la recta razón, que sirven como el fundamento de una sociedad justa y bien ordenada».

Además de la misiva papal, también estuvo presente en la convención el cardenal Sean O'Malley, arzobispo de la ciudad estadounidense de Boston, quien pronunció el discurso de apertura, en el que destacó la labor que los Caballeros de Colón llevan a cabo en el mundo occidental, donde la secularización y la descristianización «están ganando terreno». «Es mucho más difícil predicar el Evangelio en una cultura que parece estar vacunada contra la fe, en nuestro propio país, donde muchos católicos están enfadados, dormidos o simplemente alejados de la Iglesia», dijo el cardenal. Al igual que el Papa en su carta, O'Malley también hizo referencia a la defensa de la vida: «Nos oponemos al aborto, no porque estemos pasados de moda, sino porque amamos a las personas. Y eso es lo que tenemos que mostrar al mundo». (La Razón España)

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