viernes, 9 de agosto de 2013

agosto 09, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 9 de agosto.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que la población joven es un sector determinante en el cambio social, el desarrollo económico y el progreso técnico de un país, ya que su imaginación, sus ideales, sus perspectivas y su energía resultan imprescindibles para el avance de la sociedad en la que viven.

Foto: JMRM

En ese sentido, la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), institución pública del ramo, única en el Sureste del país, que ofrece licenciaturas en arte, además de sus actividades académicas, lleva a cabo diversas acciones en beneficio de este grupo de la población, con motivo del Día Internacional de la Juventud, que se celebra cada 12 de agosto.

Aunque su objetivo primordial es formar profesionistas, creadores, ejecutantes, críticos, investigadores, docentes especializados, promotores y administradores en todas aquellas disciplinas relacionadas con la actividad artística, parte del trabajo que le corresponde es extender sus programas a todos los sectores para actualizar y fortalecer el tejido social a través de procesos creativos dentro de un marco de respeto a las personalidades y las distintas realidades.

Con este objetivo, se realizan los talleres interdisciplinarios del esquema “Más arte, menos violencia”, través del Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana de Yucatán (CEPREDEY) en distintos puntos de la ciudad, como el Centro Comunitario Melchor Ocampo II, la parroquia de San José Tecoh, y la Escuela Secundaria “Andrés García Lavín” de la colonia Emiliano Zapata Sur III.

También en la Hacienda Anicabil en Ciudad Caucel, las Unidades Deportivas Kukulkán y Villa Palmira, además del Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo (CAIMEDE).

Estos talleres tienen como finalidad ofrecer a las y los jóvenes una opción para expresarse en forma creativa y alcanzar objetivos colectivos en beneficio de su comunidad, viviendo una experiencia que les proporcionará seguridad en sí mismos, disciplina y sentido de grupo, además de que contribuirá a transformarlos en mejores seres humanos, más sanos y creativos.

En palabras de la maestra Xhaíl Espadas Ancona, directora de la Licenciatura en Teatro de la ESAY, "Más arte, menos violencia" parte de una acción muy repetida pero pocas veces entendida y casi nunca llevada a cabo: la escucha del otro.

“Primero escuchamos las inquietudes artísticas, después proponemos ejercicios de música, teatro o artes visuales para luego volver a escuchar, incluso animar y provocar las propuestas de las y los jóvenes a quienes van dirigidos estos talleres”, mencionó.

Convencidos de que el arte como disciplina integra diversas funciones que permiten, a partir del desarrollo de actividades creativas, la expresión de emociones y sentimientos tanto positivos como negativos, se abre un camino al auto-conocimiento que permitirá a la juventud identificar áreas de conflicto social.

Así se promueve el crecimiento personal y se mejora la comunicación entre la población de este sector, lo cual sin duda les ayudará a resolver diversas situaciones que se les presenten en la vida cotidiana.

Las actividades del programa “Más arte, menos violencia” se realizaron a partir del mes de julio y continuarán en agosto, a través de la impartición de talleres en las disciplinas de música, artes visuales y teatro.

Durante este año, también se prevé poner en marcha un proyecto similar, con el apoyo de una beca otorgada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE).

Actualmente, la ESAY ofrece las Licenciaturas en Docencia de la Danza Clásica, Teatro, Artes Musicales y Artes Visuales, así como un programa de extensión académica.

En contexto

Aunque la juventud constituye un grupo heterogéneo que se encuentra en constante evolución, es importante notar que las características de este sector varían de acuerdo a las regiones de que forman parte.

Los esfuerzos a nivel internacional están enfocados a disminuir las situaciones de rezago social y obstaculización al acceso de los derechos fundamentales de ese sector de la población.

El objetivo principal es evitar que sus integrantes sean víctimas de la violencia en sus diferentes manifestaciones, así como de pobreza, discriminación, explotación sexual y trabajo forzado, entre otros.

Asimismo se trata de garantizar a los jóvenes el acceso a la educación, cultura, artes, deporte y participación ciudadana. (Boletín del Gobierno del Estado de Yucatán)

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