sábado, 3 de agosto de 2013

agosto 03, 2013
TEHERÁN, 3 de agosto.- El presidente electo de Irán, el clérigo chií moderado Hasan Rohani, fue ratificado hoy en el cargo por el líder supremo de la República Islámica, ayatollah Ali Jamenei, en una ceremonia previa a la toma de posesión mañana ante el Parlamento.

En el acto de ratificación estuvieron, entre otros, además de Jamenei y Rohani, el presidente saliente, Mahmud Ahmadineyad, que deja el cargo tras los dos mandatos de cuatro años que le permite la Constitución, y los jefes del Parlamento y el poder legislativo, los hermanos Ali y Sadeq Amoli Lariyani.

Al centro, el Ayatollah vuelto hacia Rohani. A la izquierda, el presidente saliente, Mahmoud Ahmadineyad.

Durante su investidura, Rohani aseguró que su gobierno trabajará para "levantar las injustas sanciones" adoptadas por los países occidentales contra Irán. "A nivel internacional se cumplirán nuevos pasos, en línea con la promoción del estatus iraní, sobre la base de intereses nacionales, para la remoción de las brutales sanciones actuales", dijo Rohani. Por su parte, Jamenei pidió al nuevo presidente que "defienda los objetivos del Estado islámico y los derechos de la nación".

La contundente victoria electoral de Rohani en junio despertó esperanzas de un fin negociado a la disputa sobre el programa nuclear iraní. Eso evitaría una posible nueva guerra en Oriente Próximo.

El inicio de la presidencia de Rohani pone fin a los ocho años Ahmadineyad, durante los cuales Irán se aisló aún más y recibió más sanciones por parte de Naciones Unidas, Estados Unidos y la UE por su programa nuclear, poniendo una enorme presión sobre la economía.

Inflación, desempleo y divisiones políticas

El recién electo presidente de la República Islámica de Irán, Hasan Rohani, anunció este sábado que trabajará para levantar sanciones contra su país. Esta afirmación la dio a conocer durante una ceremonia religiosa en la que fue ratificado como presidente por el Líder Supremo Alí Jamenei, previo al acto de toma de posesión ante el Parlamento irání que se realizará este domingo. (DPA)

Rohani afronta enormes retos, como combatir la inflación que el mes pasado él estimó en el 42 por ciento, reducir el alto desempleo y reducir las divisiones políticas entre conservadores, moderados y reformistas.

Su prueba más inmediata será persuadir al Parlamento de que apruebe a sus candidatos para los puestos ministeriales, que se prevé que anuncie el domingo tras jurar el cargo.

"Rohani ciertamente nombrará a hombres y mujeres más competentes para ministerios económicos e instituciones clave. También seguirá políticas económicas más sanas", dijo Shaul Bakhash, historiador iraní en la Universidad George Mason en Virginia.

"Pero los problemas económicos son alarmantes... Por encima de todo, sin un alivio serio de las sanciones, es difícil ver cómo Rohani puede volver a poner en movimiento la economía", concluyó. (La Nación / Spiegel)