viernes, 23 de agosto de 2013

agosto 23, 2013
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de agosto.- Con motivo de las leyes anti homosexuales impuestas en Rusia, activistas gay de México realizaron, por segunda ocasión, una manifestación en la embajada rusa para pedir el “cese de estas medidas represoras”.

Fotos: Iris Velázquez

Durante el acto realizado esta mañana en la sede de la representación diplomática de Rusia en México, se planteó la necesidad de realizar un beso masivo, mismo que ejecutaron en dos ocasiones la treintena de personas ahí congregadas, para mostrar su solidaridad con el colectivo LGBT de ese país. 

Este acto fue simultáneo en España, Chile y Portugal y sirvió para protestar contra las leyes aprobadas por el presidente ruso, Vladimir Putin, que suprimen la propaganda homosexual en Rusia. También se manifestaron contra los grupos neo nazis rusos que constantemente acosan y violan los derechos humanos de las personas LGBT. 

Además, un activista y artista realizó un performance para sumarse a la protesta, ya que semanas antes se crucificó y se manifestó contra la sentencia de prisión que fue aplicada a las integrantes del grupo punk ruso: Pussy Riot.


Una fugaz protesta… sólido 

Orgy se invisibilizó entre una ligera cortina de gas blanco para alejarse lo antes posible de la embajada rusa. Orgy, un hombre con playera de tirantes, short de licra y tacones rosas, además de unos lentes extravagantes con dos peluches en los costados, observó la entrada a la embajada rusa en la Ciudad de México y se recostó frente a ésta. Tomó una pelota de esponja color rosa y la colocó en una resortera. Su mirada era furtiva y de suma concentración. Estiró el resorte de su pequeña arma y apuntó a la embajada. Sin emitir palabra alguna disparó la pelota a las inmediaciones del recinto ruso. Así lo hizo en cuatro ocasiones. 

¿Cuál fue el mensaje de este acto? “Decir al gobierno de Rusia que las personas LGBT estamos ahí, dentro de su sistema, embajada y gobierno. Decirle que hay homosexuales donde menos se lo imagina”, dijo Orgy Punk, activista que realizó un performance frente a la embajada rusa en México para protestar contra las leyes anti homosexuales de ese país aprobadas por su presidente Vladimir Putin.


Líquido 

El también cantante de la banda “Patitos Punk” vertió en una pecera, del tamaño de un balón de fútbol, un líquido rosa. Caminó alrededor del recipiente. Miró a su público; medios informativos, manifestantes LGBT y policías, quienes estaban atentos. Nadie sabía qué iba a hacer Orgy. El artista, se detuvo y tomó una pose imponente. En su mano derecha sostenía un objeto rosa, mismo que, con un movimiento rápido, mostró su verdadera forma: un bastón de madera desplegable. “¡Tris!” sonó el vidrio de la pecera al romperse. El performancero rompió con su bastón aquella pecera con líquido rosa. Quienes observaban el hecho no esperaban esto y algunos incluso se asustaron. El agua rosa se desparramó en la banqueta rusa. 

“En el momento en que rompes algo que acabas de llenar, depositas lo que eres”, explica emocionado Orgy mientras camina apresuradamente. Aquel líquido rosa, de manera simbólica, representaba la sangre y el ser de este artista. Explicó que este color que pese a ser utilizado como estandarte por varias organizaciones y activistas gay, también con él se estigmatiza a la comunidad LGBT. Durante este acto, Orgy se apropió de ese color, “hasta que ¡madres! Lo rompo, porque vamos, como comunidad, a ir más allá de los estigmas y estereotipos”. 

Orgy aseveró haber dado, de manera simbólica, su sangre en este acto.


Gaseoso 

Hasta el momento, dos estados de la materia había utilizado Orgy, pero faltaba el gas, mismo que marcó el final de su presentación durante la manifestación LGBT —simultánea con España, Portugal y Chile—, para protestar contra las leyes anti homosexuales en Rusia. 

Un extinguidor pintado de rosa estaba inquieto y frío a unos pasos de Orgy. El artista se acercó, lo tomó y caminó hacia el público para mostrarle su instrumento. Posteriormente lo colocó en su pubis como representación de su pene y así se colocó frente a la embajada. Oprimió el gatillo y el gas del extinguidor comenzó a salir hacia arriba hasta formar una especie de nube blanca que llegó al interior de la edificación. 

Los policías, los manifestantes y los periodistas presentes comenzaron a toser por el gas y cubrían su nariz con la mano, la bandera arcoíris o con su playera. Orgy seguía de pie, sin toser y con el objetivo de hacer llegar su protesta no sólo a quienes lo observaban, sino también a quienes se encontraban dentro de la embajada. 

“Somos rápidos y fugaces y como tal, en cualquier momento nos pueden borrar. Es como la acción misma de existir. Si de pronto borran tu historia, borran, lo que los rusos llaman la propaganda homosexual e igual te desaparecen”, afirmó Orgy de manera exaltada con respecto a su acto con el extinguidor.


La fuga gaseosa 

No habían transcurrido ni cinco minutos cuando este joven se puso unas botas, un pantalón y una sudadera negra, delgada y sin mangas. Guardó sus materiales de trabajo, porque son considerados por la ley como “armas blancas”, y aún con la densidad del gas, caminó apresurado por las calles. Los presentes aún no abrían los ojos y su tos seguía presente. 

“El performance entra en el inconsciente y es ahí donde juega su estrategia de invasión este acto”, aclaró este artista mientras se esfumaba de manera fugaz de este sitio. 

Entre los activistas que participaron en la protesta, además de Orgy Punk, estuvieron Alonso Hernández, Carlos López, Gabriela Almanza, Íñigo Bilbao, integrantes del Colectivo Udiversidad y de Reacciona MX. (Jonathan Irineo para NotieSe)

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