viernes, 12 de julio de 2013

julio 12, 2013
LONDRES, Gran Bretaña, 12 de julio.- El gobierno británico ha rechazado una investigación pública sobre las circunstancias de la muerte en 2006 del ex miembro de los servicios secretos rusos Alexander Litvinenko con todas las pruebas existentes.

De esta forma, en el intento de esclarecer el misterioso caso, no se concederá acceso a documentos secretos sobre el eventual papel de Rusia en el mismo, ha informado en Londres el juez responsable del caso, Robert Owen.

Así, tampoco se podrá resolver la duda de si Reino Unido pudo hacer más para protegerlo.

El ministro de Exteriores británico, William Hague, había informado antes que parte del material podría poner en peligro la seguridad nacional.

La familia de Litvinenko dijo que va a buscar una revisión judicial de la última decisión. Un abogado que los representa dijo que el gobierno ha demostrado un desprecio absoluto por la viuda (en la foto) y el hijo del ex espía ruso. (The Guardian)
El forense aceptó en mayo una solicitud del Ministerio de Exteriores para excluir pruebas secretas al parecer sobre la implicación de Rusia en la muerte, porque comprometerían la seguridad nacional.

Entonces el magistrado del supremo solicitó una investigación pública que permitiría tener acceso a las pruebas clasificadas, alegando que era la única forma de llevar a cabo una investigación "completa, justa y sin temor". Pero es solicitud ha sido rechazada esta mañana, según dijo Owen durante una vista en el Real Tribunal de Justicia.


El ex espía ruso Alexander Litvinenko fue asesinado con polonio radiactivo en Londres hace siete años.

La solicitud era apoyada por la viuda de Litvinenko, Marina, presente en la vista y que amenazó con boicotear el juicio si no se ven las pruebas relacionadas con Rusia. Su abogado Ben Emmerson acusó al gobierno de falta de profesionalismo.

Las investigaciones del caso son extremadamente difíciles y provocan desde hace años tensiones entre Rusia y Reino Unido.

Litvinenko, de 43 años, fue envenenado en 2006 en Londres con polonio 210 radiactivo. Su familia asegura que trabajaba para los servicios secretos británicos cuando murió, y creen que se trató de un asesinato ordenado por el gobierno ruso. También a Rusia acusó Litvinenko desde su lecho de muerte.

Reino Unido culpó a dos rusos de su muerte, pero Moscú niega la extradición de los sospechosos, que se declaran inocentes. (DPA)

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