Refiere el famoso Mr. Stephens que en su viaje a Yucatán en 1841 se alojó en Mérida con el Dr. Cabot y el dibujante Mr. Catherwood, sus compañeros, en una casita del barrio de San Cristóbal. Llegó el día 1 de noviembre, y una vecina muy amigable les obsequió un enorme mucbi-pollo de seis pulgadas inglesas de espesor y tan sólido, que no pudieron partirlo, por lo que lo enterraron en el patio.
Y cuando al día siguiente vino la vecina a visitarlos y ellos, por señas y con las pocas palabras que sabían de español, le daban las gracias y afirmaban que había estado muy sabroso, se presentó en la sala un perro arrastrando el malhadado obsequio.
Y cuando al día siguiente vino la vecina a visitarlos y ellos, por señas y con las pocas palabras que sabían de español, le daban las gracias y afirmaban que había estado muy sabroso, se presentó en la sala un perro arrastrando el malhadado obsequio.
0 comentarios:
Publicar un comentario