viernes, 12 de julio de 2013

julio 12, 2013
MÉXICO, 12 de julio.- Las obsesión por comer sano puede llegar a causar graves daños a la salud, ya que se enfoca en el consumo de verduras y frutas únicamente sin ingerir carnes, pescado u otros alimentos necesarios que aportan nutrimentos muy importantes para el organismo.


Ortorexia es una palabra que deriva del griego orthos y significa justo. La enfermedad fue investigada por Steven Bratman, quien publicó el libro Health food junkies y estableció algunos criterios diagnósticos a través de preguntas como: ¿Su forma de comer lo aísla de los demás? ¿Se siente culpable cuando come algo no permitido por sus convicciones dietéticas? o ¿Se preocupa más por la calidad de los alimentos que por el placer de comerlos?  Si se responde afirmativamente, al menos, a una de las cuestiones se puede considerar que hay riesgo de desarrollar este trastorno alimentario.

Esta creciente adicción se basa no tanto en la cantidad de alimento que se consume sino en la  calidad de los alimentos y por las dietas, el culto al cuerpo y el miedo a la comida tratada con festilizantes o suplementos adicionales.

La ortorexia es por tanto, la obsesión por consumir sólo comida de cierto tipo: orgánica, vegetal, sin conservadores, sin grasas o carne.

La forma de preparación también es especial ya que las verduras se cortan de determinada manera y los utensilios utilizados para ellos solamente son de cerámica o madera, lo que hace que el ritual para la preparación también sea obsesivo y lleve mucho tiempo del día. Esta personas para adquirir sus alimentos recorren grandes distancias con tal de encontrar los de mejor calidad sin importar el precio y en caso de dudar de su calidad, prefieren ayunar y rechazan invitaciones para comer en otro sitio que no sea su casa.

El problema principal que la pone entre la lista de problemas alimentarios, es que puede ocasionar graves efectos sobre la salud por la carencia de nutrimentos, como las proteínas que son necesarias para la salud integral.

El no consumir grasas puede comprometer la ingesta de vitaminas liposolubles y ácidos grasos, ambos imprescindibles para el organismo. Sin carne, los niveles de hierro en la sangre disminuyen provocando anemia y falta de energía., ya que aunque los vegetales también aportan proteínas, son de inferior calidad.

A nivel psicológico también produce trastornos obsesivo-compulsivos que en la mayoría de los casos tienen que ser tratados por un especialista, ya que la recuperación psicológica es más compleja que el tratamiento físico.

Entre las señales de la enfermedad, están:

- Comportamientos obsesivo-compulsivos.

- Anemia, desnutrición o falta de algún nutrimento en su organismo.

- Obsesión por comer solamente alimentos de origen natural, prebióticos y cultivados ecológicamente, sin grasa ni sustancias artificiales.

- Haber padecido anorexia nervosa.

- Evitar comer alimentos como carnes, grasas, o tratados con herbicidas o pesticidas.

- No comen otra cosa, ni siquiera en ocasiones especiales.

El diagnóstico se elabora cuando se hace la historia clínica tomando como base los hábitos alimenticios de la persona.

Por lo general es muy difícil lograrlo, ya que las personas que padecen esta enfermedad están fuertemente convencidas de que están comiendo bien, que no tienen problemas como puede ser el caso de la bulimia y anorexia, y que precisamente deben comer "sano" a toda costa, sin considerar que la calidad debe incluir todo tipo de alimentos y la cantidad la adecuada.

Se pueden solicitar estudios de sangre para detectar la carencia de algún nutrimento en el organismo.

El tratamiento, una vez aceptado el problema, tiene que ser multidisciplinario: nutriólogo, psicólogo, endocrinólogo y médico internista.

Lo más importante es lograr que la persona incorpore a su dieta diaria alimentos de los tres grupos, en cantidad adecuada.

La ayuda con suplementos alimenticios puede ser importante, pero lo es más en adquirir los nutrimentos por medios naturales. (Bertha Solá para Crónica)

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