PAVIA, Italia, 4 de julio.- Durante años, Pippi estuvo siempre en las oficinas de la municipalidad de Gravellona Lomellina, un pequeño pueblo en la provincia de Pavia, y había ganado el título de primera gata-alcaldesa de Italia.
Saltaba entre mostradores, dormía entre las copias, ronroneaba en las computadoras y le daba la bienvenida con su maullido a todo aquel que ingresaba en el edificio, pero por desgracia falleció.
La alcaldesa perdió la batalla con el FeLV, la leucemia felina. La muerte de la gata Pippi ha provocado una ola de emoción en los amantes de la web y de los animales, quienes están dejando mensajes de condolencia en la página de Facebook dedicada a ella, que cuenta con más de 2,400 amigos.
"Estoy en pedazos, pero la proximidad de toda esta gente me va a ayudar a superar el dolor", dijo Massimo Rossi, el secretario municipal quien la había adoptado.
"Pippi nos enseñó lo bien que un animal puede hacer su papel en el ayuntamiento. Su papel era fundamental". comentó el funcionario.
"Pronto llegará otro gato a nuestras oficinas, pero nadie la olvidará jamás", concluyó Rossi. (La Repubblica / Lucia Landoni)
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