domingo, 14 de julio de 2013

julio 14, 2013
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1276 / 15-VII-13

César Camacho se travistió en unas cuantas horas: de exigente líder del Revolucionario Institucional por cuanto al reconocimiento del “triunfo contundente” de su partido en los comicios para gobernador de Baja California, en disciplinado presidente del tricolor que juró el sábado 13: La diferencia entre el priísta Fernando Castro Trenti y el candidato del PAN y PRD (Francisco Vega de Lamadrid) a la gubernatura de esa entidad “es de poco más de 2.5 puntos, pero suficiente para no desgarrarnos las vestiduras”.

El reconocimiento del otrora gobernador del estado de México, se da tras las presumibles negociaciones entre los emisarios de Enrique Peña con Gustavo Madero y Jesús Zambrano, hasta hoy imposibles de documentar aunque abundan indicios políticos, y son para sortear la prueba de fuego en que los presidentes de Acción Nacional y de la Revolución Democrática convirtieron a la joya de la corona de la jornada electoral del 7 de julio en 14 estados de la Federación, más un distrito de Sonora.



Todos tendrán buenas y malas razones para declararse triunfadores aunque los dirigentes y los voceros no respalden las aseveraciones con estadísticas oficiales que comparen la jornada del primer domingo de julio con su semejante de hace tres o seis años, cuando se trata de elección para el titular del Ejecutivo local, y no como algunos colegas que establecen con ligereza comparativos con las votaciones obtenidas en esas entidades federativas en las generales 2012, lo que provoca pena ajena.

El otro problema mayúsculo es qué tanto las cifras oficiales de la jornada comicial de 2013 serán fiel reflejo de la voluntad popular, qué tanto de las negociaciones entre las cúpulas partidarias y los gobernadores y, finalmente, cuántos votos corresponden a la recurrente operación de compra-venta a cargo de los siete partidos políticos.

Mientras tanto resulta riesgoso establecer porcentajes del 60-70 por ciento de abstención, sólo para demostrar la baja credibilidad de los partidos y la presunta o real quiebra de los procesos electorales, cuando además es persistente el bajo interés de los ciudadanos en la elección de sus autoridades más directas e inmediatas “por el grado de intervención de los ciudadanos, la conducta de los partidos contendientes y el valor real y formal del voto”, como apunté desde diciembre de 1980 en el número 8 de la revista El Machete.

Esperemos, pues, las estadísticas definitivas de los órganos electorales y aun con éstas en la mano, difícilmente podemos asumirlas como una buena fotografía de la realidad, cuando las negociaciones con autoridades y los arrebatos partidarios las influyeron notablemente, para no hablar del crimen organizado que, en estados como Tamaulipas, actuó para que dos cárteles disputaran espacios institucionales por medio de tres partidos, al decir de un agudo observador político que no me autorizó a mencionar su nombre.

El hecho más relevante es, todo indica, que los resultados de Baja California instalan como triunfadores en primerísimo lugar al Pacto por México refrendado enseguida por Madero Muñoz y Zambrano Grijalva; en segundo término a Peña Nieto tras apuntalar en la perspectiva inmediata las dos reformas decisivas, la hacendaria y la petrolera, en ese orden; en tercer lugar sus dos socios políticos (no priístas) principales y los grupos que representan en el PAN y el PRD. Y como perdedores destacan Manlio Fabio Beltrones, quien antes fue derrotado en Guerrero; además del grupo de Felipe Calderón-Margarita Zavala que, sin embargo, es indispensable a la hora de aprobar las reformas hacendaria y petrolera, previo a que Nueva Izquierda no sienta lo duro sino lo tupido del previsible rechazo popular en plazas y calles del país.

Acuse de recibo

Eduardo Macías Martínez, periodista y abogado, confirma lo siguiente: “Tocayo, al leer el Acuse de recibo (12-VII-13) no pude contenerme sobre lo dicho al final en relación al relevo en la UTE e investigué si Fernando Mora Guillén tiene título profesional y en la Dirección de Profesiones de la SEP no hay registro alguno de licenciatura y menos de posgrado”... Tomás Yarrington, otrora gobernador del sufrido estado de Tamaulipas, asegura: “La acusación en mi contra, emprendida por la PGR en tiempos de Marisela Morales, no es para buscar justicia. Lo que hay en mi caso es el uso perverso de los instrumentos de procuración de justicia para incidir en una elección, como ocurrió en Michoacán, Quintana Roo, Guerrero y Jalisco; pero en el caso mío se trató de usarme para inclinar en su favor la elección presidencial de 2012 (…)” La organización parisina Reporteros sin Fronteras advierte que “Acusado de ser un ‘hacker’, el periodista Barrett Brown podría ser condenado a 105 años de prisión”. El estadunidense es colaborador de The Guardian y Vanity Fair… El 8 de julio se cumplió la primera década del fallecimiento del periodista y editor Arnulfo Rodríguez Argüelles. Tuve la fortuna de coincidir con él en las revistas Concertación y Forum en los años 90.


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