sábado, 13 de julio de 2013

julio 13, 2013
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de julio.- Ana María salió ayer por la mañana de su departamento, en la colonia Guerrero, para encontrar a su paso un par de ataúdes.


Sorprendida miró a su alrededor  y vio que no eran las únicas cajas que estaban en el lugar, pues decenas de los féretros de varios colores invadían la banqueta por donde se abría paso, para ir a su lugar de trabajo.

Del mismo edificio y por una de las ventanas del tercer nivel se asomaba un anciano, no mayor de 70 años.

Los ataúdes al pie de su departamento le parecieron una invitación para adentrarse a un mundo ya no terrenal; pero el longevo, quien se mantuvo recargado en la ventana sin dejar de fumar un cigarrillo miró a su alrededor sin dejar de mirar las cajas.

¿Por dónde paso? dijo una joven madre que en sus brazos cargaba a su bebé y trataba de esquivar los féretros y una enorme imagen de San Judas Tadeo.

Eran 20 féretros de colores y materiales distintos, de entre los que sobresalían cuatro muy pequeños blancos, que fueron sacados de un local de servicios funerarios, marcado con el número 58, para ocupar la banqueta de calle de Héroes.



El dueño junto con sus seis empleados sólo miraban el montículo de papeles, registro de los servicios realizados ya hace varios años y que ahora yacían en el arroyo vehicular.

“Nos quedamos sin empleo”, dijo uno de los trabajadores quien confundido buscaba los papeles de mayor importancia.

“Fueron arbitrarios, a mi hijo le quitaron (policías) sus cinco teléfonos”, atinó a decir el dueño, quien omitió su nombre y no quiso hablar más del tema, sólo buscaba entre el inmobiliario documentos, más papeles.

En la mañana, un grupo de policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal llegaron al inmueble con razón social “Funeraria Sifusa”, ubicado en dicha calle casi esquina con avenida Violeta.

Con una supuesta orden de desalojo, donde se argumentó que no se realizaban los pagos correspondientes de la renta, un representante legal llegó al sitio para sacar el mobiliario que estaba dentro del negocio. (El Universal DF)

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