jueves, 18 de julio de 2013

julio 18, 2013
MOSCÚ, 18 de julio.- Seguidores de Aleksei Navalny, uno de los líderes de la oposición extraparlamentaria y candidato a alcalde de Moscú, se dieron cita esta noche en la Plaza Manezhnaya, cerca del Kremlin, para protestar contra la decisión del juez Serguei Blinov que lo condenó hoy, en la ciudad de Kirov, a cinco años de cárcel por un supuesto robo de madera.

No asistieron todos –varios miles, seguro–, pero sí los más valientes, quienes no temieron sufrir la represión anunciada, tomando en cuenta que las autoridades prohibieron las protestas y desplegaron un impresionante dispositivo de seguridad con elementos de la policía y unidades antidisturbios.

Aleksei Navalny al oír la sentencia.
Los opositores al Kremlin califican el juicio contra Navalny de auténtica farsa, por cuanto la acusación se basa exclusivamente en el testimonio de un testigo protegido que, a cambio de implicar a Navalny y a Piotr Ofitserov, ya había sido juzgado y recibió una condena condicional, quedando en libertad.

Se trató de un juicio con una fuerte motivación política: la obsesión del Kremlin de condenar a Navalny para impedir que pueda presentarse como candidato a cualquier cargo de elección popular.

Aún no se sabe si podrá participar o no como aspirante a la alcaldía de Moscú, en la votación del 8 de septiembre, debido a que la defensa de los acusados tiene todavía varias instancias para apelar.

Al interpretar la línea que recibió de Moscú, el juez Blinov ordenó la inmediata detención en la sala de Navalny y Ofitserov, con lo cual violó la ley que él debería hacer respetar.

Hasta lo procuraduría general de Rusia presentó esta noche una recurso para enmendar el error y permitir a los imputados disfrutar de libertad bajo fianza hasta que la condena sea definitiva e inapelable.

Hay mucho nerviosismo por terminar este juicio que se inventó la procuraduría para neutralizar a Navalny como político: primero pidió 6 años de cárcel para él, el juez ordenó su inmediata detención y, ahora resulta, que la procuraduría no está de acuerdo y solicita que lo dejen en libertad bajo fianza.

Por lo pronto, Navalny y Ofitserov pasarán esta noche entre rejas y mañana podrían quedar en libertad provisional, mientras sus abogados cuentan con 10 días para presentar una apelación. (La Jornada)

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