sábado, 20 de julio de 2013

julio 20, 2013
En un siglo, en Bangladesh ha habido más de 3,000 ataques con ácido. La mayoría de las víctimas son mujeres y jovencitas. La causa es a veces una decepción amorosa o una disputa dentro de la familia o vecinos. El fotógrafo danés Ken Hermann encontró a algunas de las víctimas en la Fundación Sobrevivientes al Ácido (ASF http://www.acidsurvivors.org/) para entevistarlas, mientras que los responsables rara vez son castigados por la ley. Su proyecto se llama "Survivors" (Supervivientes).


Umma Aysha Siddike Nila, de 22 años, fue quemada por su esposo después de una disputa, el 19 de febrero de 2008. El proceso penal no ha terminado aún.



Monjurul Alam Mojnu, de 48 años, fue desfigurado en mayo de 1985 par su vecino después de un pleito.


Abdul Kader, de 48 años, de oficio muecín, fue quemado por su primo el 30 de julio de 1987 por una disputa por un terreno. El caso sigue en proceso.


Monira Khatun, de 24 años, estudiante, víctima de una venganza entre su padre y uno de sus empleados el 5 de marzo de 2003. El trabajador de su papá fue condenado por la justicia bengalí.


Shamsun Nahar, de 29 años,  Ella est ama de casa. El 9 de marzo de 2006 fue atacada por un miembro de su familia por un differendo sobre  un terreno.


Shamol, de 14 años. Este adolescente es una víctima colateral. Dormía en el mismo cuarto que su madre cuando fue asperjada con ácido por su vecino, cuyos avances ella rechazó. Shamol tenía tres años.


Ayesha Akter, de 27 años, quien se volvió empleada de la asociación Acid Survivors Foundation, fue víctima de un ataque el 26 de  abril de 2000, por un pariente, debido a que rechazó su petición de matrimonio. Su agresor fue condenado por la justicia bengalí.


Selina Khatun, de 42 años. Esta ama de casa fue rociada con ácido por un primo el 6 de julio de 1995 por rechazar sus avances.


Hasen Ali, de 58 años. El ataque de que fue víctima este agricultor se remonta a marzo de 1996, después de una disputa con un vecino por el robo de una bicicleta.



Anita Bala, de 30 años, rechazó la proposición de boda de un vecino, quien la quemó con ácido el 18 de febrero de 2002.

Cada año, gente de Bangladesh queda desfigurada más allá del reconocimiento por los ataques con ácido. Las víctimas son, literalmente, marcadas de por vida. “Le sigue la estigmatización, y la reconstrucción de la vida y el establecimiento de nuevas metas para el futuro requiere determinación y fuerza”, escribe Hermann en el sitio web del proyecto.

Muchas personas cuyas vidas fueron afectadas por los ataques con ácido se han dedicado a luchar contra esta terrible costumbre tan arraigada en esta parte del mundo. Gracias a estos supervivientes y organizaciones como la Acid Survivor Foundation se ha producido un descenso del 85 por ciento en los casos de ataque ácido registrados. (Con información de SinEmbargo)