martes, 30 de julio de 2013

julio 30, 2013
MÉXICO, 30 de julio.- Activistas del colectivo de la diversidad sexual y expertos en teología reaccionaron ante las declaraciones del Papa Francisco en las que se pronunció en contra de discriminar a las personas homosexuales y las que reiteró su negativa a la ordenación sacerdotal de las mujeres.


Tras conocer las declaraciones del pontífice, Juan Jacobo Hernández, activista histórico LGBT y fundador del Colectivo Sol, organización civil dedicada a combatir el VIH/sida, afirmó que si bien las palabras de Francisco son un “acto positivo”, también son contradictorias debido a la constante discriminación que la Iglesia católica ejerce contra los homosexuales. 

Por su parte, Luis Manuel Arellano, periodista y experto en temas de diversidad sexual, dijo no creer en las palabras de Francisco y recordó que hace dos años el ahora pontífice se opuso a que el Senado de Argentina –país del que es originario-, discutiera y aprobara el matrimonio igualitario. 

Además, Arellano aseveró que el lenguaje utilizado por el papa “es un lenguaje poco afectivo hacia la homosexualidad, el cual se refuerza con su misoginia hacia la posibilidad de que las mujeres puedan ser elegidas sacerdotisas o con un cargo alto dentro de la estructura religiosa católica”. 

Indicó que detrás de todo acto de misoginia, está presente una expresión de homofobia, y añadió que aunque “buena”, discursivamente la intención del papa Francisco, no significa mucho en el cambio del Vaticano con relación a la diversidad sexual y a la participación de la mujer en las estructuras de mando y en representación de Dios dentro del catolicismo. 

A su vez, Alonso Hernández, activista gay y practicante católico, consideró que las palabras del papa son una acción tardía y débil, aunque se congratuló porque “pueden servir mucho a los hermanos de la comunidad LGBT que viven la condena de sus sacerdotes y pastores”. Asimismo, consideró que el camino para la integración de las personas homosexuales a la sociedad, es a través de leyes y políticas públicas como el matrimonio y la adopción. 

El también director de Archivos y Memorias Diversas, afirmó que el papa “no quiere al pecado, pero sí al pecador, sin embargo, el acto sexual es una constante en la vida de millones de católicos sean o no homosexuales. La Iglesia no está para normar la sexualidad, sino para atender el puente entre la persona y la divinidad”. 

En tanto, Fray Julián Cruzalta, asesor teológico de la organización civil Católicas por el Derecho a Decidir, dijo que pese a Francisco pueda parecer un papa respetuoso de la diversidad sexual, en realidad no hay un cambio teológico, porque el catecismo de la Iglesia ya contempla la postura de la inclusión social y citó el catecismo: “acogédlos con respeto, con pasión, con delicadeza y evitar toda discriminación injusta”. 

El teólogo argumentó que ésta, al ser una parte respetuosa, fue utilizada cuidadosamente por el papa, sin embargo, el pontífice no hizo referencia a la segunda parte del catecismo, la cual, señaló, se refiere al acto homosexual como un “acto perverso”. 

Cabe recordar que el Papa Francisco habló ayer sobre temas controversiales que ha enfrentado recientemente la Iglesia católica: la homosexualidad y el sacerdocio de mujeres. 

“Si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, dijo el pontífice antes de pronunciarse en contra de la discriminación durante una conferencia de prensa de 80 minutos que concedió a los periodistas que lo acompañaron en su visita de una semana a Brasil y que finalizó el domingo. 

Al respecto, la teóloga y activista abiertamente lesbiana, Judith Vázquez, mencionó que la declaración del pontífice no habla de igualdad, además la calificó de contradictoria y de ser una inclusión condicionada pues Francisco apuntó: “cualquier homosexual que busque a Dios y se someta a la regla para ser aceptado, no será discriminado”. 

Para Vázquez Arreola, integrante de la primera pareja en contraer matrimonio igualitario en la capital del país, en ningún momento se habla de una igualdad, ni de una inclusión, sino de una reafirmación de la doctrina histórica de la Iglesia, debido a la constante mención de la misericordia y de aceptar a las personas como son. 

Por último, sobre la reprobación del papa al “acto homosexual” por ir contra la naturaleza humana, dijo que el jerarca no acepta la homosexualidad porque “ésta se rige por una práctica sexoafectiva distinta a la heterosexual”. (Jonathan Irineo para NotieSe)

0 comentarios:

Publicar un comentario