jueves, 13 de junio de 2013

junio 13, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 13 de junio de 2013.- A pocos días del segundo aniversario de la agresión contra los manifestantes que protestaban contra la construcción del denominado "paso deprimido" en Prolongación Paseo de Montejo, numerosos recuerdos vienen a la mente.

Muchos recordamos cómo era la zona antes de que arrancara la obra y la subsecuente transformación del entorno. La casona donde ahora están las oficinas de Telcel; el café Mi Viejo Molino frente a la glorieta; los grandes y frondosos árboles que daban sombra y fueron mutilados, arrancados y llevados a Animaya; inclusive el antiguo diseño del Burger King (para muchos, uno de los grandes beneficiados por la obra), etc. cambio que, comprensiblemente, debe ser difícil de asimilar para quienes nacieron y crecieron en esa zona.

Otros, como el notario y cónsul honorario de Holanda Jorge Enrique Gutiérrez López y el arquitecto David Sosa Solís, sin duda recuerdan la brutal agresión de la que fueron blanco.

Algunos recordamos, como meros observadores de los sucesos de aquel día, las reacciones, muy impulsivas y muy humanas, de los involucrados.

Ejemplo de dichas reacciones es la del publicista y periodista Alejandro Abud, quien se sumó al movimiento contra el túnel desde las protestas previas al arranque de las obras y se manifestó indignado por el ataque contra quienes se opusieron a dicho proyecto.

En medio de su enojo, Abud dio por muerto al Coco Gutiérrez.

Réquiem por el "Coco" Gutiérrez. Sobra comentar el hecho de que 4 personas le dieran "me gusta" a la noticia.

Como se puede apreciar, unos aseguraban que había muerto atropellado y otros ya le deseaban que descansara en paz. Daban al cónsul por muerto y enterrado.

Abud rectificó al día siguiente, como se puede apreciar en la imagen, la información dada inicialmente. Sin embargo, no deja de ser memorable este obituario anticipado. (JMRM)

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