jueves, 13 de junio de 2013

junio 13, 2013
MERION, Pensilvania, 13 de junio.- El Open de los Estados Unidos es uno de los torneos más prestigiosos del mundo. Desde que en 1895 se celebró la primera edición en Newport hasta ésta de 2013 que hoy comienza en Ardmore ha llovido mucho, pero la esencia sigue siendo la misma, sobre todo para los jugadores locales. Nada hay que haga sentirse más orgulloso a un estadounidense que ganar su campeonato nacional y esto les hace esforzarse con un plus de motivación extra sobre los demás. Sólo así se puede explicar que en 76 de las 112 ediciones hayan ganado los de casa y que Tiger Woods, por ejemplo, fuera capaz de ganar la edición de 2008 con la rodilla rota.

Tiger Woods and Rory McIlroy. (Reuters)
El número uno mundial va a ser el gran protagonista de la cita, por diversos motivos. Su último grande lo logró precisamente en la edición de San Diego, hace cinco años. Ese triunfo sumaba su «major» número 14 pero le supuso un punto de inflexión en su carrera. Desde entonces se sucedieron los problemas físicos, personales, de juego, cambios de equipo... de los que le ha costado mucho rehacerse. Y, aunque ahora vuelve a estar en lo más alto de la clasificación, sus fallos reiterados a la hora de atacar los cuatro torneos importantes puede que le estén mellando. Pero como llega a Pensilvania con cuatro torneos regulares en su haber (Torrey Pines, Cadillac, Arnold Palmer y The Players), algo que nunca había sucedido antes, y con la seguridad absoluta en su juego es el hombre a batir.

Al californiano también le viene bien el campo de Merion y que el clima esté siendo más que desapacible. Las lluvias están asolando la zona durante toda la semana y ha habido que reclutar a cien voluntarios extra para achicar el agua que se ha acumulado, sobre todo, en el hoyo 11. De manera que el recorrido, corto para las medidas actuales (6.394 metros), si además está húmedo se hará más llevadero para el «Tigre». No necesitará utilizar tanto el «driver» y su juego estará más controlado.

Un campo con historia no podía dejar de tener también alguna leyenda. Se cuenta que el diseñador del recorrido, Hugh Wilson, dejó el campo planteado y en plena siembra en 1911 cuando se embarcó hacia Europa para aprender los últimos avances en la arquitectura golfística del momento. Y que, después de viajar por las islas Británicas, tenía previsto el regreso el 10 de abril de 1912 desde Belfast. Sin embargo, se quedó con ganas de ver más campos por Irlanda y a última hora canceló su pasaje en el Titanic.

A partir de ahí, cualquier cosa que se diga del centenario club de Merion (al principio conocido como Cricket Club) sonará a poco. En su historia ha albergado diecisiete torneos del máximo nivel, cuatro de ellos US Opens. En sus calles han ganado Olin Dutra (1934), Ben Hogan (50), Lee Treviño (71) y David Graham (81). En los últimos años ha sufrido la tala de algunos árboles y se han adquirido terrenos para alargar algunos hoyos y hacerlo más acorde a los nuevos tiempos, pero desde hace 32 años no ha vuelto a recibir este acontecimiento y eso hace que sea un desconocido para los jugadores actuales, lo que iguala las cosas por ese lado.

En este caso la nómina de aspirantes no dista mucho de la habitual en estas citas. Los norirlandeses Rory McIlroy y Graeme McDowell han ganado dos de las cuatro últimas ediciones y, aunque el joven prodigio aún no ha encontrado su mejor forma este año, ha declarado que se ve con fuerzas para volver a alzar la copa. Lo mismo que su compatriota, que en 2013 ya ha ganado a ambos lados del Atlántico (Hilton Head y Volvo «Match-Play») y ha demostrado que vuelve por sus fueros. (ABC)

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