Reconstrucción de Hechos I-5, por Claudio Meex
En el año de 1775, don Pedro Almeida Ximénez, que tenía entonces trece meses de edad, se fué gateando hasta las patas de una mula cerrera y se incorporó agarrado al corvejón del animal, que se estuvo inmóvil y sin hacerle el menor daño.
En un poema autobiográfico en doce jonadas con doce cantos que publicó en 1838 bajo el título de "Un mejicano. El Pecado de Adán con notas alusivas a la Independencia de México y en particular de esta provincia de Yucatán", el mismo don Pedro narra el episodio con unos versos que terminan así:
"Mi madre que el peligro disimula
por no hacerle mayor, corre, apresura,
se ataja y queda absorta; en tal premura
halló que, toda amor, Naturaleza
proveído había cual madre, a tal sorpresa
inspirando a las fieras que la infancia
debe ser respetada; en observancia
la bestia de esta ley, se estuvo quieta,
hasta que a mi placer volví a la teta".
0 comentarios:
Publicar un comentario