lunes, 3 de junio de 2013

junio 03, 2013
Eduardo Cabrera

POR ESTO Y POR AQUELLO.- La gente de Progreso se encabronó con el periódico de sus amores. El que publica las crónicas de su sabio cronista, el que reproduce las homilías del Arzobispo a doble plana y el que difunde las actividades de las cooperativas pesqueras.

A su corresponsal lo tuvo que rescatar el Ejército en medio de una turba indignada que no quería escuchar una explicación porque dicen, no la necesitaban.


Detrás de los delitos federales y estatales contra una menor de edad, también persiste la impresión que el periódico transgredió las leyes no escritas en torno al respeto a un evento que forma parte de los rituales sociales más compartidos por las familias de Progreso y que para 23 familias representa un motivo de duelo por los seres queridos que perdieron hace 18 años en el barco "Aguila Dorada".

Una cosa es clara: Ayer la Identidad, la Dignidad y la Soberanía estuvo del otro lado de la noticia y las leyendas de las cartulinas advertían lo que no queremos ver: "Todos Somos Cindy" significa que en realidad, todos fuimos víctimas.

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