viernes, 14 de junio de 2013

junio 14, 2013
LOS ÁNGELES, 14 de junio.- En California para promover su nueva película, "I'm so excited", estrenada en lengua española como "Los amantes pasajeros", que admite que es una metáfora de la política española, Pedro Almodóvar no dudó en hablar sobre las noticias del día: el Papa Francisco, el Vaticano y el lobby gay: "Estoy seguro de que existe el cabildeo gay en el Vaticano, y de que es muy poderoso", dijo el director años español de 64 años. "Conozco el problema, me da mucha curiosidad la sexualidad en el Vaticano, quiero saber más."

Pedro Almodóvar en Los Ángeles para presentar su filme más reciente. Lo acompañan Blanca Suárez,  Carlos Areces y Miguel Angel Silvestre. (EFE)
"Es la primera vez que un Papa habla de algo así como el lobby gay en el Vaticano. Vamos a ver qué va a pasar ahora. Y estoy muy curioso de muchas maneras, me gustaría hablar sobre el sexo en el Vaticano, que es un tema maravilloso para una comedia, o un drama, o tal vez una tragedia. Para el caso, cuando llegamos a Roma fue el día del humo blanco y supe que había un nuevo Papa y al día siguiente me atreví a darle consejos (enlace). "

"Lo digo en serio, el Vaticano está muy lejos de la realidad y los problemas contemporáneos. Creo que deberían poner fin a la práctica del celibato, hay muchos problemas que podrían eliminarse así. Los religiosos son seres humanos y la sexualidad es un regalo para nosotros, una cosa natural que Dios nos ha dado, pero para ellos es un castigo, y creo que muchos de los problemas de la Iglesia Católica, como los escándalos de abusos sexuales en los seminarios, desaparecerían. Así que desde aquí, desde Los Ángeles, le digo al nuevo Papa: por favor, anule el celibato. Pero también tengo una cosa que decir acerca de las mujeres. Creo que en Europa no existe una institución que trate peor al  género femenino".

Foto de la película cómica "Los amantes pasajeros".

"Como seres humanos, una vez que se decide a sacrificar su vida para ser religiosa, católica, en este caso, no se puede prohibir que efectúe los dos grandes milagros de la religión católica: ser capaces de perdonar los pecados a otro ser humano, es decir, la confesión, y la consagración, convertir la hostia y el vino en el cuerpo y la sangre de Jesucristo. Si yo fuera una monja, sería una monja revolucionaria; es absurdo que las monjas sean tan inferiores en la Iglesia Católica y que no puedan dar a la confesión. Son los dos grandes milagros de la Iglesia Católica, y una vez que han dado su vida a la iglesia, ¡al menos deben concederles esto! Es muy injusto. Y quisiera darle al Papa un consejo: que permite a las hermanas ser sacerdotisas, me gustaría confesarme con una de ellas y recibir la comunión de una mujer".

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