domingo, 2 de junio de 2013

junio 02, 2013
CIUDAD DE MEXICO, Distrito Federal, 2 de junio.- El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones por Cable (CANITEC), Alejandro Puente, rebautizó como "desastre analógico" el apagón analógico en Tijuana y exigió la renuncia del presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL), Mony de Swaan, por la desorganización y desorden en el proceso a nivel técnico e informativo, al grado que ameritó la intervención directa del Presidente Enrique Peña Nieto.

También se pronunció porque el apagón analógico se posponga en Tijuana tal como lo solicitó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a la COFETEL hasta el 7 de julio, después de que se lleven a cabo elecciones en Baja California, pero al mismo tiempo dijo que se debe seguir con el proceso y el calendario nacional de manera ordenada y planeada "pero de ninguna manera teniendo al frente al presidente de la COFETEL”. Mony de Swaan, dijo, "debe renunciar pero si se queda tiene que organizar mejor el apagón analógico".

Alejandro Puente (i), presidente de la CANITEC, exigió la renuncia de su par en la COFETEL, Mony de Swaan (d), por la desorganización y el desorden, a nivel técnico e informativo, en el proceso del "apagón analógico" .

Así, el pleno de la COFETEL decidió el viernes por la tarde-noche reestablecer la señal analógica de TV en Tijuana, Tecate y Rosarito y desactivarla hasta el 18 de julio, después de las elecciones bajacalifornianas. 

"La COFETEL debe sentarse por única y primera vez a ver qué le falló, y hacer las cosas de manera ordenada y disciplinada y sobre todo que su presidente deje de estar haciendo actos desesperados, políticos y mediáticos donde en lugar de ayudar a la población sólo la perjudica, antes del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL)", comentó por su lado Puente, entrevistado en el último día de trabajos dela Expo Canitec 2013 que se llevó al cabo en el Centro Banamex

El dirigente de CANITEC rechazó que las televisoras lleven a cabo una campaña mediática contra el apagón analógico, como han acusado legisladores y especialistas.

 "Nosotros no vendemos decodificadores, es decir, es un tema de aparatos y de información a la población", dijo, cuando se le preguntó en qué perjudica a la industria que un porcentaje de la población haya dejado de recibir la señal de las empresas de televisión abierta, Televisa y TV Azteca

En cambio, justificó todas sus críticas en la "discriminación" que se efectuó en el proceso, aún cuando COFETEL se ufane en que sólo un porcentaje mínimo de la población de Tijuana no recibió el equipo. "Esto es un servicio de interés público, entonces no podemos ser discriminatorios y quedarnos en que unos cuantos se quedaron sin decodificadores. O realmente somos todos los mexicanos los que tenemos el derecho a obtener el decodificador o no. No hay ciudadanos de media clase. Entonces no hay medios por cientos, hay embarazadas no medias embarazadas, pero en COFETEL piensan que hay medias embarazadas", indicó.

Enfatizó que en Tijuana no hubo información suficiente sobre el apagón analógico y cuestionado por qué las televisoras no difundieron ampliamente las fechas del apagón analógico respondió tajante que es responsabilidad de las autoridades hacerlo porque llevan el calendario y entregan el equipo. 

El dirigente de las llamadas cableras puso en duda también las cifras de COFETEL sobre la distribución de los codificadores entre la población: "una cosa es lo que dice pero no ha mostrado ni tenemos prueba fehaciente de que realmente existan, que nos digan donde están, cuántos compró, a quién se los compró, qué modelo son y si son universales".

Además criticó que el organismo regulador compare sus cifras de penetración con otros países asegurando que se entregaron los decodificadores a un porcentaje mayor de población cuando debe  cubrirse el 99.9 por ciento. (La Jornada)

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