sábado, 29 de junio de 2013

junio 29, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 28 de junio.- Ante la posición intolerante, altanera y beligerante propia de personalidades radicales, es necesario llamar a la mesura y apegarnos a lo que la Ley mandata.

Me gustaría empezar por insistir que es lamentable que el Ayuntamiento de Mérida se haya aprovechado de la buena fe de los empresarios que aceptaron formar parte del Consejo Ciudadano para la adquisición de las luminarias.

Es precisamente porque es importante para nosotros la participación ciudadana, prueba de ello, todos los consejos ciudadanos implementados por el gobierno estatal; que levantamos la mano y rechazamos, lo repito, el que el presidente municipal de Mérida se haya aprovechado de la buena fe de los empresarios.

Rechazamos la actitud del Ayuntamiento de Mérida en contra de los empresarios desde hace meses, cuando el oficial mayor del municipio declaró que no se llevaría a cabo una licitación, como lo ordena la ley, porque serían los empresarios los que se pondrían de acuerdo para sabotear la licitación.

Según Jorge Sobrino Argáez, líder del PRI Mérida, el Alcalde Renán Barrera Concha primero habría acusado a los empresarios yucatecos de ser saboteadores en potencia y luego los carga con la responsabilidad de la compra de las nuevas lámparas.

Cito esta nota aparecida en la página 5 de la sección local del Diario de Yucatán del 30 de abril del 2013: “Una licitación normal, explica el funcionario, tarda un mínimo de 60 días, pero si la hacemos, corremos el riesgo de sufrir un sabotaje, es decir, que se presenten muchos postores con otras intenciones, se pongan de acuerdo y pidan la anulación de la licitación por cualquier pretexto” Cierro la cita. Esa, sí es una ofensa a los empresarios y a las Cámaras Empresariales. 

A pesar de esa increíble declaración, los líderes de las Cámaras demostraron tener buena fe y aceptaron formar parte del Consejo Ciudadano. Hasta aquí lo relacionado con nuestra supuesta ofensa a los integrantes del Consejo Ciudadano... bienvenida la participación social.

Es inadecuado e incomprensible declarar públicamente que las decisiones sobre la compra de las luminarias corrieron a cargo del Consejo Ciudadano. Cito al líder del PAN en Mérida en el boletín enviado el viernes 28 de junio de este año: “Todos, quienes hemos estado al tanto de la forma en que se llevó a cabo la adquisición de las luminarias, sabemos que las decisiones sobre este asunto corrieron a cargo de un Consejo Ciudadano, integrado por gente con prestigio público”, cierro la cita.

Es alarmante la declaración, porque según su dicho, el procedimiento no lo llevó a cabo un ente público, como lo mandata la ley. Seguramente tampoco los integrantes del Consejo Ciudadano para la adquisición de las luminarias estarán de acuerdo con esta desafortunada declaración. Esa sí es una ofensa para ellos.

No nos extrañan los excesos en las declaraciones y la falta de coherencia en ellas, las hemos estado escuchando al paso de los últimos meses, además de que públicamente se ha exhibido la incapacidad del Ayuntamiento de Mérida para prestar los servicios públicos municipales, particularmente en la infraestructura eléctrica de la ciudad y para ser más exactos, ha sido omiso en su mantenimiento pretendiendo culpar a la administración anterior para crear una cortina de humo y distraer a la opinión pública.

Recapitulo: Primero culparon a los empresarios de ser la razón por la que no llevarían a cabo una licitación como la ley mandata. Después realizaron una ilegalidad al adquirir las luminarias sin apegarse a los procedimientos que establece la ley. No contentos con eso, existen evidencias de que compraron las luminarias con un importante sobreprecio, que provoca un daño al erario municipal; sin olvidar el presunto conflicto de intereses de uno o varios de los integrantes del Consejo Ciudadano por estar relacionados con una o varias empresas beneficiadas.

Y para cerrar con broche de oro, ahora hacen responsables de la compra de las luminarias al Consejo Ciudadano y no a los funcionarios del Ayuntamiento de Mérida.

¿A quién pretenden engañar? Seguro que ni la sociedad, ni los empresarios ni nosotros nos dejaremos engañar.

JORGE SOBRINO ARGÁEZ

PRESIDENTE DEL COMITÉ DIRECTIVO MUNICIPAL DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL EN MÉRIDA

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