domingo, 26 de mayo de 2013

mayo 26, 2013
PROGRESO, Yucatán, 24 de mayo.- Publica Por Esto!: En reconocimiento a su labor periodística de 81 años de manera ininterrumpida, directivos del Patronato Pro Historia Peninsular (Prohispen), encabezados por la dama Margarita Díaz Rubio de Ponce, develaron anoche una placa alusiva a las puertas del domicilio del también Cronista Vitalicio de Progreso, Don William Romeo Frías Bobadilla, quien a sus 93 años de edad sigue activo aportando colaboraciones para nuestro rotativo, a la vez que continúa escribiendo obras en las que retrata anécdotas del puerto de antaño.

Su manifiesto amor por Progreso en todo lo que escribe lo ha convertido en todo un personaje muy querido y respetado.

En tan grato acontecimiento nocturno, acompañaron a Don Romeo, quien esbozaba una sonrisa que iluminaba su alrededor, además de sus seres queridos, algunos invitados especiales como el supervisor de la Zona Escolar 08 de escuelas primarias, profesor Evaristo Rubio López, y el supervisor escolar de la Zona 1 de escuelas secundarias trasferidas, profesor Carlos Lenín Quintal Castillo, quienes se congratularon por el reconocimiento a la labor periodística de nuestro coterráneo, quien también incursionó en la aviación comercial.

Momento de la develación de la placa.


Al momento de develar la placa en la que se señala que en el predio de la calle 31 vive el periodista y cronista de la ciudad, el homenajeado se emocionó tanto que hasta tembló y tomó la palabra para expresar su agradecimiento a quienes hicieron posible este reconocimiento en vida.

En medio de la euforia del momento, Don Romeo también informó que el lunes entrará al quirófano para una intervención menor, por lo que manifestó que este reconocimiento le da una gran fortaleza para enfrentar esta cita médica, que estimó lo mantendrá en reposo entre tres a cuatro días.

Sin duda que esta situación también le servirá de descanso, ya que, como comentamos, a sus 93 años, Don Romeo mantiene un intenso tren de trabajo, que comienza desde muy temprana hora, cuando acude al comedor de su casa que está habilitado como su oficina, y donde está guardado un gran acervo periodístico y apoyado en su máquina de escribir mecánica, comienza con su labor, por la cual es muy querido y apreciado, además del fino trato que le dispensa a todas las personas que se acercan a él para saludarlo o comentarle algún acontecimiento presente o pasado de este bello puerto.

En días pasados, en una plática celebrada precisamente en la intimidad de su hogar, Don Romeo recordaba lo difícil que era en sus tiempos ser el representante de una compañía editorial en el puerto, ya que a diferencia de la actualidad, el corresponsal no tenía un sueldo base, sino que recibía un porcentaje del monto total de las ventas que se hacían en la localidad.

Como si reviviera aquellos tiempos de dificultades, sus ojos se ensombrecieron mientras recordaba que en días de verano llegaba a vender hasta cinco mil unidades, pero si en esos días los impactaba algún temporal, los periódicos se le quedaban amontonados en la sala de su hogar, y peor aún, su valor se lo descontaban de su raquítico sueldo.

Don Romeo con su familia, Margarita Díaz Rubio y amigos.
Tal y como sucede cuando escribe de su puerto amado, pronto asomó su sonrisa y contó algunos pasajes de su vida que le fueron muy gratos, lo que hizo pensar en la enorme cantidad de experiencias de toda índole vividas por Don Romeo, que es una institución en el periodismo y un referente obligado entre los que investigan la historia de nuestro puerto.

Después de la develación, la comitiva se trasladó al edificio del Stella Maris, donde se ofreció un brindis en honor a Don Romeo Frías Bobadilla, quien contó con la compañía de su señora esposa, Irma Elena Castillo Priego, y de sus hijos Romeo Antonio, Irma, Gloria, Julieta, Jorge Alberto y Lila Rosa, que también estuvieron muy contentos de estar compartiendo un momento tan especial con su señor padre.

¡Felicidades Don Romeo! (Alfredo Canto May)

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