jueves, 23 de mayo de 2013

mayo 23, 2013
LONDRES, 23 de mayo.- La Policía británica conocía a los asesinos del soldado. Ya habían sido investigados. Además, las autoridades identificaron como Lee Rigby a la víctima del ataque ocurrido en Woolwich, zona sur de Londres.

Desde 2006 Lee Rigby era miembro de las Fuerzas Armadas del Reino Unido y tenía 25 años. Así lo informó el Ministerio de Defensa la tarde el jueves (23.05.2013), al identificar a la víctima del ataque perpetrado la tarde del miércoles en el barrio de Woolwich, en Londres, donde Lee fue atropellado y luego acuchillado por dos individuos.

El soldado masacrado en Woolwich es Lee Rigby, de 25 años, padre de un pequeño. (The Sun)



BBC informó que uno de los sospechosos de haber asesinado al militar es un ciudadano británico de origen nigeriano, identificado como Michael Adebolajo, de 28 años, quien creció en una familia cristiana y se convirtió al Islam en 2001. Él es quien aparece en el video con dos cuchillos en sus ensangrentadas manos. Tanto Adebolajo como su acompañante, cuyo nombre no se conoce hasta ahora, habían sido investigados antes por la policía.

Fuentes citadas por BBC aseguraron que incluso uno de ellos fue interceptado por la policía hace algunos años, cuando intentaba abandonar el país, y sus nombres estaban en varias investigaciones sobre posibles miembros de células terroristas. Este jueves, la policía registró la casa de la familia de Adebolajo, ubicada en el Este del país, en la ciudad de Lincoln, y habría interrogado a algunos parientes. Ambos atacantes siguen en hospitales, bajo fuerte custodia.


Michael Adebolajo, converso al islam, uno de los asesinos de Rigby. (The Sun)

“Queremos empezar una guerra” 
Lee Rigby era padre de un niño de dos años y había estado desplegado en Afganistán. Pertenecía al segundo batallón de los fusileros reales. Los atacantes primero lo atropellaron y luego habrían intentado decapitarlo en plena calle. Desde un comienzo, y debido a que durante el asalto se había gritado a favor de los musulmanes, se pensó en un ataque terrorista.


Tres valientes mujeres de Woolwich confrontaron a los fanáticos que mataron y trataron de decapitar al soldado Lee Rigby y rezaron junto a su cadáver. (Daly Mail)

Una de las protagonistas de la jornada fue Ingrid Loyau-Kennett, quien viajaba en autobús cuando presenció la escena. Se bajó y certificó que el soldado ya no tenía pulso. Entonces uno de los atacantes se le acercó y le dijo que lo había matado “porque él mató a musulmanes en países musulmanes, estoy harto de que la gente mate musulmanes en Irak y Afganistán”.

El sujeto agregó que “queremos comenzar una guerra esta misma noche”. El otro sospechoso, mientras, decía ante un transeúnte que lo grababa que “juramos por el todopoderoso Alá que nunca dejaremos de luchar contra ustedes. La única razón por la que hacemos esto es porque hay musulmanes que mueren cada día. Este soldado británico representa el ojo por ojo, diente por diente”.

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